Había poca nieve y por eso el centro de esquí Antuco avisó expresamente que sus canchas estarían cerradas. Demasiada lluvia había causado estragos en la pista. Pero nadie hizo caso del anuncio, y pese que sólo funcionó un andarivel, el recinto de la Octava Región se llenó de turistas durante su apertura el viernes pasado.
El lugar está ubicado a sólo 500 metros del refugio La Cortina, aquel donde el general Juan Emilio Cheyre estableció como centro de operaciones para coordinar el rescate de los cuerpos de los soldados fallecidos hace más de un mes. Eduardo Heck, presidente del club de esquí de Los Ángeles a cargo de la administración del recinto deportivo, graficó la avalancha de visitantes el pasado viernes. “La gente llegó en masa al lugar”.
-¿Una tragedia así tan cerca del centro de esquí daría para pensar en una merma de turistas?-Yo lo veo más por el lado del morbo de la gente y creo que se va a llenar aún más. De echo cuando abrimos había mucha gente arriba, más de 200 personas, mucho más que un día normal, pese a que se había avisado que por falta de nieve no se podía esquiar. La gente subió por morbosidad al centro de esquí Antuco, lo que desgraciadamente no es la mejor forma para hacerse famoso.
-¿No existen problemas de funcionamiento tomando en cuenta que aún hay un cuerpo sin rescatar?
-El centro de esquí queda a 500 metros del refugio La Cortina. Y la zona de la tragedia está más o menos a cinco kilómetros de La Cortina, así que no habría problemas. Por eso las autoridades dejaron que se sacara la barrera que impedía el paso en el control de Conaf para que iniciáramos la temporada.
-¿Cómo se comportó la gente?
-Con mucho respeto. La persona que es deportista en el esquí sabe que en cualquier minuto puede ocurrir una desgracia, puede venir un rodado y de hecho más de algún esquiador tiene un amigo fallecido en la cordillera. Y por eso la gente del esquí es muy respetuosa.
-¿Como centro de esquí, no tienen problemas con funcionar cerca del lugar donde murieron los conscriptos?
-No, aunque la tragedia nos enluta directamente. De hecho la primera ayuda que recibió el Ejército fue del club de esquí, ya que le prestamos un pisanieve. Además miembros nuestros participaron en la búsqueda de los cuerpos. El llamado para los deportistas es que vengan a esquiar con respeto.
Curiosidad
Para el concejal de Los Ángeles Conrado Pérez, la masiva visita de turistas al lugar de la tragedia responde a un reflejo social y cultural. “En el mundo en que vivimos, la televisión y los medios llaman a eso. Entonces lo menos que puede pasar es que la gente esté sobremotivada y convierta todo en un gran show. No es de extrañar este tipo de reacciones, pero más que morbosidad creo que simplemente se trata de curiosidad”, argumentó.
Pablo Huneeus: “Ir a mirar es algo muy sano”
Agradado se mostró el sociólogo Pablo Huneeus con la masiva afluencia de turistas al centro de esquí cercano a la zona donde fallecieron los 45 soldados. Para él es “un fenómeno normal. Grafica el respeto que tiene la gente por la juventud que representan estos soldados y que vaya gente a mirar lo veo como algo muy sano. Ir a ver y compenetrarse in situ de lo que ahí sucedió es bueno”.
-¿Descarta un afán morboso?
-Sí, no existe eso. Lo que ocurrió ahí es un fenómeno natural de comportamiento colectivo. No olvidemos que se trata de la peor tragedia militar ocurrida desde la Guerra del Pacífico en Chile. Es la mayor mortandad de militares causada por el Estado y eso tiene estas repercusiones.
-¿Se puede esperar una peregrinación de turistas al lugar?
-Así es. Se trata de una muerte violenta, por lo tanto esperemos animistas. Incluso esperaría un santuario en la zona con mucha gente viajando a visitarlo”.