El director general de Ensisa, Conrad Blanch, explicó que la construcción de este restaurante “queda justificada para la saturación que padecen las instalaciones actuales” y para la necesidad de dar respuesta a las demandas de los clientes. El restaurante Pi de Migdia dispondrá de una cafetería y una zona de autoservicio con un grill en el medio en la planta baja con una capacidad para 226 personas al interior y 240 en la terraza.
El edificio también dispondrá “de un restaurante de encanto” en la primera planta en el que habrá espacio para 80 personas y entre otros atractivos dispondrá, además, de un solarium con 700 metros cuadrados de espacio.
El segundo equipamiento por orden de inversión es el nuevo aparcamiento “en una parcela compartida al lado del hotel Nòrdic y con buena situación para coger el telecabina del Tarter, que tendrá entre 315 y 350 plazas”, según explicó Blanch. Este año se prevén hacer las obras de adecuación del espacio y la temporada próxima se haría el alquitranamiento. Las construcciones se llevan 4,1 millones de euros y también se invertirá en la partida de nieve artificial “para garantizar la autonomia en el subministro de agua para hacer nieve y para substituir algunos de los cañones actuales”, comentó Blanch.
Respecto a los remontes, se gastarán 270.930 euros en los trabajos de acabado del telecabina y dos telesillas que se hicieron el año pasado y también en un nuevo pequeño telesquí que substituirá la cinta transportadora del Forn.
Conrad Blanch comentó, a petición de la oposición, el resultado provisional de este año, que aún es provisional porque es la primera vez que se cierra de manera conjunta como Grand Valira. Y apuntó que los dias de esquí “se han incrementado entre un 2 y un 3% respecto al año pasado, porque en diciembre y marzo se trabajó muy bien”, además de destacar “el buen resultado del producto conjunto con Pas de la Casa-Grau Roig, que ha pasado de un 25% el primer año a un 80% este año”.
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