El Govern no prohibirá la construcción de nueva planta en esos 400 pueblos, aunque tampoco la potenciará .
El Pirineo puede y debe crecer aún mucho más, aunque en la política de expansión prevista por el Govern para las zonas de montaña quedan explícitamente excluidos 400 pueblos -de los más de 600 que tiene este territorio- que la Generalitat considera sólo deben de crecer de forma endógena, o, lo que es lo mismo, desde dentro y de forma natural.
Los puntos grises que marcan estos núcleos en ese mapa del futuro del Pirineo, para los que se propone la consolidación y mejora urbana en vez de más crecimiento, se reparten por toda la zona pirenaica, aunque Val d´Aran y Cerdanya son las comarcas donde más se concentran estos focos.
Es la primera vez que un Govern de la Generalitat marca unas directrices tan claras para el crecimiento del Pirineo. El modelo de futuro propuesto por el Departament de Política Territorial está recogido en el plan territorial del Alt Pirineu i Aran, cuyo anteproyecto fue presentado ayer en Sort por el conseller Joaquim Nadal.
Fuentes del Govern precisaron que la expresa exclusión de esos 400 núcleos en la estrategia diseñada por Política Territorial para un crecimiento equilibrado del Pirineo no debe interpretarse como una prohibición o moratoria a nuevas construcciones en esos pueblos. "Nosotros sólo apuntamos que esos núcleos no son aptos para soportar más intervenciones urbanísticas del exterior y lo ideal sería que su crecimiento fuera simplemente el natural".
El plan territorial sólo propone y no puede imponer las normas, aunque el Govern sí que pretende que este primer plan hecho para un territorio tan frágil como el Pirineo sirva de guía a la hora de autorizar o permitir nuevas construcciones en estas áreas. La nueva política que se prevé aplicar en el Pirineo busca, principalmente, evitar la dispersión urbana.
Lo que se pretende, tal como anunció Ferran Miralles, uno de los autores de este plan territorial, es crear una red de pequeñas ciudades pirenaicas. Con esto se quiere acabar con situaciones como las que viven ahora algunas capitales de comarca, que están vacías y no ganan población, cuando a muy pocos kilómetros se producen atascos para llegar a las estaciones de esquí.
Si se crea esta red de pequeñas ciudades, el Govern opina que "se podrá fijar más población, bajará la demanda de segunda residencia, se consumirá menos suelo y se ahorrará en infraestructuras".
El plan territorial propone la creación de diez sistemas urbanos, definidos alrededor de doce ciudades que deben ejercer como polos vertebradores del Pirineo, y que son Aran, Les, Bossost, Esterri d´Àneu, Sort, El Pont de Suert, La Pobla de Segur, Tremp, La Seu, Organyà, Oliana, Bellver de Cerdanya y Puig-Para Puigcerdà, La Seu, Tremp y Sort, el plan propone una clara voluntad del Govern para potenciar su crecimiento, por su peso demográfico o conectividad con el territorio, mientras que para el resto se habla de un "crecimiento potencial opcional", lo que no gustó a algunos de los alcaldes que ayer asistieron a la presentación del plan.
En el caso de ciudades como Vielha, Arties, Salardú, Alp, Bolvir, Rialp, Llavorsí o Serrallo, el Pla Territorial del Pirineo estima que estas poblaciones están a punto de agotar su suelo urbanizable, y sólo deberían crecer más si esa expansión va a beneficiar después al conjunto del territorio. Y es que tal y como explica Oriol Nel·lo, secretario de Planificació Territorial, "este plan sólo pretende ordenar el crecimiento del territorio para garantizar el bienestar".
El Govern pretende diversificar, asimismo, la actividad económica en el Pirineo para no centrarlo todo en el turismo de esquí y a la hora de recalificar nuevo suelo se tendrá muy en cuenta, advirtió Miralles, "la actividad que se quiere dar a ese terreno. Lo que ya no puede hacer este plan territorial es anular planeamientos urbanísticos que ya están aprobados para el Pirineo y que prevén aún nuevas construcciones en esos núcleos que sólo se quiere que crezcan de forma natural".
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