Y es que cada vez son más las familias que se desplazan a aprender o practicar este deporte aunque no tengan el equipo adecuado, por lo que no es extraño ver a esquiadores con traje de calle y botas y esquís alquilados en la estación. Tampoco es extraño verlos acompañados de su perro.
Según la Asociación China de Esquiadores, el número de aficionados ha aumentado de 800 mil en 2000 a 5 millones en 2003, y la mayoría acude a la nieve artificial que fabrican cañones en Pekín, donde a pesar del frío escasean las precipitaciones.
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