El personal de la estación invernal de San Isidro ultimaba ayer la reparación de la silla cuatriplaza de Cebolledo que lleva cerrada, por la rotura de los rodamientos, desde el pasado sábado.
La reparación de la avería que, en un principio, quedaba prácticamente subsanada a última hora de la tarde de ayer, ha hecho que durante toda la noche los operarios de las instalaciones invernales hayan puesto en marcha este remonte para comprobar si funciona correctamente antes de ser abierta al público.
El responsable de San Isidro, Emilio Guereñu no quiso adelantar si la silla cuatriplaza estaría hoy abierta al público, después de tres días de inactividad, ya que todo depende de su funcionamiento durante la noche. Lo que sí aseguró es que, en caso de que el remonte funcione con normalidad durante las horas de prueba, tal y como marca la legislación vigente en esta materia, si se abrirá al uso de los esquiadores.
«Hemos realizado la reparación con mucho cuidado y esmero en los últimos dos días pero hasta no comprobar que su funcionamiento es correcto los esquiadores no podrán utilizarla», explicó Guereñu.
En el caso de que finalmente hoy se pueda utilizar, se volvería a abrir en su totalidad Requejines de modo que durante el puente, si las condiciones climatológicas son buenas, los amantes del deporte blanco tendrán a su disposición la totalidad de la estación invernal exceto el telesquí de La Raya.
De ser así, sería la primera vez en este invierno que la estación invernal abriría prácticamente todas sus pistas y que coincidiría con el puente de Reyes y el fin de las vacaciones navideñas, unas fechas en las que se espera una importante afluencia de público.
La estación invernal abrirá 11 de los 12 remontes de los que dispone que tienen una capacidad para 11.960 esquiadores a la hora y prácticamente la totalidad de sus 23 kilómetros esquiables.
Más de 3.000 aficionados al deporte blanco acudieron a las instalaciones
Entre 3.000 y 3.500 esquiadores, a los que hay que añadir el público visitante, acudió ayer a disfrutar del esquí en San Isidro durante una jornada en la que predominó el cielo despejado, las bajas temperaturas de hasta diez grados bajo cero y la nieve dura, con unos espesores que oscilaron entre 30 y 130 centímetros de nieve.
Esta afluencia de público provocó algunas colas a la hora de sacar el forfait y también en algunos remontes.
Además, el hecho de que la silla de Cebolledo impida acceder a la zona de Requejines algunos esquiadores decidieron afrontar un tramo de 200 metros a pie para poder deslizarse por las pistas de este sector.
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