El primer obstáculo que hubieron de salvar los usuarios de la estación fue conseguir llegar al aparcamiento principal, de Cebolledo, ardua tarea ya que no se había retirado la nieve de la carretera entre la zona de Salencias y Cebolledo, lo que obligaba a poner las cadenas para poder salvar el repecho final antes del aparcamiento de Cebolledo.
En ningún caso se avisó en la zona de Salencias, hasta después del atasco, que era necesario el uso de cadenas para acceder a Cebolledo, lo que obligo a muchos coches que no portaban cadenas a dar la vuelta, lo que a su vez unido a los coches que trataban de subir y los que estaban poniendo las cadenas, originó un atasco cercano a los 45 minutos.
De esta guisa consiguieron los usuarios llegar al parking superior, de donde tampoco se había retirado la nieve, justo cuando se habían decidido a tirar un poco de sal en la carretera (10:30 h).
La misma cola se volvió a reencontrar en las taquillas de la estación, con colas superiores aveces a los 20 minutos, estando solo abiertas 2 de las 3 taquillas del complejo principal (en Cebolledo). No por falta de personal, ya que una señorita muy amable, se dedicaba a repartir el alambre para enganchar el forfait, situación esperpéntica cuanto menos, y que calento los ánimos de más de un usario.
La tónica de las colas vuelve a repetirse en los remontes con tiempos de espera de hasta 20 minutos también, ya que no se abrió la zona de Riopinos, ni el telesquí de Cebolledo y Requejines lo hizo a media mañana.
Todos estos hechos no hicieron sino que caldear los ánimos de buena parte de los usuarios de la estación y provocar el descontento generalizado. Francisco López, un jovén gallego, que pasa unos días en San Isidro nos mostraba su indignación: "Es lamentable esta situación que se repite todas las temporadas, si solo abren la mitad de los remontes, que cobren la mitad del forfait. Vienes aquí a pasarlo bien y olvidarte del trabajo y vuelves a casa más estresado".
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