Restringirán el snowboard por accidentes en los centros de esquí
La tarde del sábado 7 de agosto, Pablo Nuyens Medina, de 60 años, esquiaba en una de las pistas que posee el centro invernal La Parva, en la Región Metropolitana. A las 16.30 fue impactado violentamente por otro deportista que se deslizaba en su tabla de snowboard. Como resultado de la colisión el adulto terminó con varias fracturas en su cuerpo e internado en una clínica del sector oriente de la capital.
Ese caso, sumado a otros accidentes ocurridos en la presente temporada y protagonizados por snowboardistas, motivaron a los ejecutivos de La Parva a adoptar y analizar una serie de medidas para restringir la práctica de ese deporte. Las acciones serían puestas en práctica en la temporada de 2005.
El gerente general de ese complejo, Jorge Cox, reconoció los riesgos que conlleva compartir las pistas. Por esa razón decidió limitar la práctica de snowboard los fines de semana, vacaciones de invierno y feriados. Además, el complejo analiza la posibilidad de crear un sector para el desarrollo de ese deporte.
Otros operadores de centros de esquí creen que la solución no pasa en restringir o eliminar el snowboard de sus pistas, sino en educar a sus clientes sobre las responsabilidades y respeto que deben tener entre sí los deportistas.
Esa postura es sostenida por el complejo de El Colorado. "Tenemos un código de responsabilidad y seguridad similar a las normas de tránsito. A las personas se les debe educar para que lo respeten", señaló su gerente comercial, Eduardo Kuhn.
En general los que practican el snowboard son jóvenes entre 12 y 25 años de edad que gustan de realizar acciones más arriesgadas que el resto de los esquiadores.
Lesiones tras accidentes
Pablo Nuyens fue chocado por detrás por un joven que practicaba snowboard en la pista Franciscano (para expertos). "Iba a más de 25 kilómetros por hora y repentinamente sufrí un impacto que me hizo rodar por más de 40 metros", explicó Nuyens, quien asegura que durante las cuatro décadas en que ha practicado ese deporte nunca había sufrido un accidente.
Las secuelas del incidente fueron ambos brazos fracturados, el húmero quebrado con politraumatismo y la escápula quebrada en dos partes. Además, salvó milagrosamente de quedar cuadrapléjico, ya que sus cervicales no sufrieron un daño mayor, gracias a la calidad de su estructura ósea, según le comentaron los médicos.
Dada la gravedad de sus lesiones fue trasladado en helicóptero hasta la Clínica Las Condes, recinto en el que permaneció internado siete días. Pese a la rápida recuperación no se descarta que en el futuro sea necesario implantarle una prótesis.
El costo médico alcanza a los $ 12 millones, monto que ha sido costeado por el seguro que tenía el complejo La Parva, que asciende a 400 UF.
Dos días antes del accidente de Pablo Nuyens, otro esquiador fue golpeado en otra pista del mismo complejo por un snowbordista. El afectado fue Rodolfo Palacios, quien a diferencia de Nuyens sólo resultó con lesiones musculares que lo dejaron un fin de semana en reposo.
la tercera.