En total, dos kilómetros de longitud esquiable por los que circularon los esquiadores en la primera jornada de actividad desde su apertura el pasado 28 de noviembre. El domingo y el puente pusieron de nuevo de manifiesto el escaso número de plazas de aparcamiento con que cuenta la estación; la Guardia Civil se vio obligada a limitar el acceso al estacionamiento, lleno la mayor parte de la jornada y con decenas de coches formando largas colas en los últimos tramos del acceso.
Durante todo el día fue necesario el uso de cadenas para acceder a la zona de servicios, aunque hubo algunos momentos en los que la carretera estaba totalmente limpia. Las máquinas recorrieron la vía de acceso echando fundentes sobre el asfalto para permitir a circulación del continuo peregrinaje de vehículos, procedentes casi todos de Extremadura.
La ventisca era intensa en el último kilómetro de ascenso, lo que retrajo a muchos conductores a continuar su viaje hasta el aparcamiento. Los continuos intentos por dar la vuelta provocaban atascos y dificultades en el tráfico.
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