Durante las últimas semanas las estaciones de Vallter 2.000, La Molina y Masella fabricaron nieve artificial con el objetivo de tener las pistas a punto lo antes posible. Pero la meteorología no ha acompañado y los pronósticos retrasan el comienzo de la temporada blanca hasta el 28 de noviembre en La Molina y Masella.
En Vallter 2.000 no se atreven a formular predicciones: “Abriremos cuando nieve, y eso sólo lo saben los meteorólogos”, declaró ayer Josep Pujol, director de la estación.
Para que los cañones de nieve puedan fabricar nieve artificial es necesario que se registren temperaturas negativas y niveles bajos de humedad, condiciones que no se han dado los últimos días en el Pirineo de Girona. A pesar de que en cotas altas de La Molina se han acumulado hasta 40 centímetros de nieve, la estación permanece cerrada porque “no podemos ofrecer ninguna pista entera”, explica el director, Josep Anton Font.
Por su parte, fuentes de Masella manifestaron que “antes que abrir sin un mínimo de garantías, mejor esperar un descenso de las temperaturas”.
Según los responsables de las estaciones de esquí, retrasar el inicio de la
temporada unos días no conllevará pérdidas económicas. Sí que resultaría perjudicial no poder abrir las pistas por el puente de la Constitución –primer fin de semana de diciembre–, para el que se espera una masiva afluencia de esquiadores. Las mejoras practicadas en la C-17 y la N-152, las principales vías de acceso al Pirineo de Girona, hacen prever una buena temporada.
Fuente: