«Destinábamos las autocaravanas al aparcamiento reservado para autobuses, pero los fines de semana quedaba saturado», señaló el directivo, que espera con esta medida aumentar el número de visitantes. El espacio, que estará junto al albergue estudiantil y al centro deportivo del alto rendimiento, será gratuito, aunque Serrano baraja la posibilidad de cobrar dos euros por vehículo si finalmente los usuarios solicitan vigilancia.
Los trabajos de alisamiento del terreno ya están avanzados y en poco tiempo comenzará la tarea de cementar la explanada. Para el diseño de las comodidades de los usuarios, Cetursa recibió el asesoramiento de la Plataforma Sectorial de Autocaravanas, agrupación nacional que reúne a 300.000 personas entre usuarios, federaciones, fabricantes y propietarios de cámping. Granada participa de esta asociación a través de dos clubes -Mulhacén y Sierra Nevada- y 400 socios.
Este aparcamiento especial compartirá sitio con otro destinado a coches, que dispondrá de 800 plazas nuevas y se sumarán a las 2.800 existentes.
Turista curioso
El turista de autocaravana es curioso, elude las rutas preconcebidas y le gusta estar en contacto con la naturaleza. La definición pertenece a Pedro Granados, representante de los aficionados a las casas rodantes, quien ayer agradeció la predisposición de Cetursa y alentó a que otros centros sigan su camino. El delegado dijo que el turismo de autocaravana crece en España y que puede resultar una importante fuente de ingresos para pueblos deprimidos.
«El autocaravanista gusta de la aventura y desprecia el turismo tradicional. Se interna en lugares donde no llegan medios de transporte públicos y no se fija en gastos, porque la mayoría pertenece a la clase media-alta», explicó Granados. Por eso, advirtió que los ayuntamientos «deben empezar a darse cuenta de esto y tomar medidas para facilitar la estancia» de estos vehículos.
La mayoría de los autocaravanistas, señaló el representante, son parejas -solas o con hijos- y jubilados que disponen de mucho tiempo libre. Y parece que también de dinero, ya que el precio mínimo de cada autocaravana es de 40.000 euros.
Esta forma de hacer turismo estuvo asociada durante muchos años a personajes vagabundos, erráticos y hippies. Granados declaró estar en contra de este prototipo, aunque entiende que los autocaravanistas actuales coinciden en gustos con aquéllos. «Buscan libertad, rechazan el cemento y la saturación; no tienen prisas y son dueños de su tiempo y espacio», subrayó.
Más ingresos
El aumento de plazas de aparcamientos públicos supondrá una fuente adicional de ingresos para Sierra Nevada, además de que mejorará su imagen. Los responsables de Cetursa quieren seguir con el plan de inversiones paulatinas y ahora buscan arreglar los accesos a la estación, la iluminación y las máquinas cajeras.
Otro aspecto al que la empresa da vital importancia es al aumento de la superficie esquiable. Ello será posible gracias a la adecuación de unas pistas en Monte Bajo, en la Loma de Dílar, para principiantes. Allí se instalarán alfombras y remontes, que cubrirán la alta demanda para la iniciación en el esquí registrada en los últimos años.
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