Ambos son los máximos objetivos de sendos proyectos tras los cuales vienen trabajando técnicos de la órbita estatal y privada para convertir a Neuquén en la provincia argentina con mayor oferta esquiable, lo que permitirá competir de igual a igual con los centros ubicados del otro lado de la Cordillera y con el hoy decaído Cerro Catedral.
Las dos iniciativas comenzarían a desarrollarse a fines de la temporada 2003, aunque por razones de avance del proyecto y por sus posibilidades a futuro, será el de Chapelco el que tomará la iniciativa.
En el caso sanmartinense, el objetivo es desarrollar toda una zona de 300 hectáreas ubicadas entre cotas de 1.800 y 1.950, denominada Val del Aguila, que se encuentra ubicada a la izquierda del actual complejo de esquí y que permitirá duplicar con creces la superficie esquiable del lugar; algo así como «otro Chapelco».
La idea de extender el complejo hacia su costado izquierdo es un viejo anhelo de los sanmantinenses, aunque nunca tuvo forma de desarrollo completo. Tan vieja es la idea que aparece en los bocetos elaborados para la instalación de los primeros medios de elevación que luego se plantaron en lo que sería el actual centro, que en ese momento se llamaba «Val del Chapelco».
El nuevo desarrollo costará entre 2 y 2,5 millones de dólares en total, y constará de tres etapas. La primera será la instalación de una telesilla -se supone que cuádruple- de unos 600 metros de largo desde Pradera del Puma, a 1.800 metros hasta el mallín ubicado en el valle que le da nombre a la zona. Allí se construirá lo que será la Base alternativa al actual complejo invernal, ya que se prevé construir refugios, dependencias de servicio y habilitar parcelas para el desarrollo de emprendimientos privados.
Las otras dos etapas del proyecto están comprendidas por la instalación de otra silla -será la más larga del nuevo cerro- desde Val del Aguila hacia la zona más alta del complejo, casi a los pies del Gran Chapelco, o Cerro Azul. La tercera, en tanto, será la colocación de un medio de arrastre que permitirá incorporar como pistas a toda una zona de pendientes más suaves que en un futuro se complementarán con las actuales zonas de esquí utilizadas para la enseñanza del deporte.
En todos los casos serán necesarios trabajos de desmonte de por lo menos una parte de la forestación, aunque el objetivo es aprovechar las partes más altas del complejo -naturalmente aptas- para no dañar la zona de bosque nativo (de lengas en su mayoría). Sí tendrán que eliminar aquellos árboles que impidan el paso de las torres de los medios de elevación. Todavía no está definido si serán los actuales concesionarios de Chapelco, la Provincia o si serán ambos quienes ejecutarán el proyecto.
Justamente, el desarrollo de Val del Aguila es parte de las charlas que se está llevando adelante por la renegociación del contrato de concesión del cerro.
En cuanto al proyecto de Cerro Bayo, la intención es incorporar al esquí a toda la cara norte de dicho cerro, que en la actualidad no es utilizada ya que el centro de esquí se encuentra exactamente en la ladera opuesta. En este caso, además de tratarse de 256 hectáreas nuevas, la ventaja existente es que se trata de una cara de la montaña resguardada de vientos y opuesta la acción directa del sol, lo cual garantiza calidad y cantidad de nieve.
A diferencia de Chapelco, el proyecto de Cerro Bayo será motorizado totalmente por la provincia, ya que el actual complejo es totalmente privado y no una concesión. No obstante la decisión oficial de llevar adelante esta iniciativa, ya se definió que para su desarrollo el gobierno no pondrá dinero sino solamente la parcela de tierra en cuestión. Por esa razón, en pocos días más se lanzará una licitación para designar a un asesor financiero que elabore la ingeniería de un fideicomiso del que se espera que salgan los tres millones de dólares necesarios para la realización de las obras.
Amplía imagen Aquí
