Y la apuesta que comenzó a sembrar en 1999 empieza dar sus frutos. En los pasados Campeonatos de España juveniles celebrados el pasado mes de febrero en la estación gerundense de La Molina, el vitoriano se hizo con la friolera de tres medallas de oro en las tres disciplinas que tomó parte (slalom gigante, especial y combinada). Con 92 puntos FIS (Federación Internacional de Esquí), Iñaki se colocó en lo más alto del ránking de su categoría.
La aventura de este joven vitoriano comenzó hace cuatro años. Después de haber mamado esquí desde los dos años, «mis padres me llevaban a Valdezcaray y allí aprendí», a Iñaki le empezó a entrar el 'gusanillo' de dedicarse en cuerpo y alma a un deporte con poco arraigo en Vitoria. A base de insistir a sus padres una y otra vez, al final éstos decidieron dar el paso que Iñaki tanto ansiaba: apuntarle a un club de competición.
Con tan solo ocho años, Martínez ya formaba parte del Astún. El primer peldaño ya estaba subido. Pero el joven vitoriano no se conformaba con esto. Su meta era disfrutar todos los días de la nieve, practicar a diario. Para ello debía abandonar su Vitoria natal y comenzar una nueva vida en Jaca. «Me gustaba mucho el esquí y la decisión no fue difícil». A los doce años entró a formar parte del CETDI (Centro Especializado de Tecnificación de Deportes de Invierno) de Jaca, un lugar dedicado a 'fabricar' talentos.
Cambios continuos
«El primer año en Jaca estuve en casa de unos amigos. Fue un cambio duro pero era como uno más de la familia», recuerda. Tras pasar el segundo en un internado, desde hace dos vive dentro del CETDI. Su ritmo de vida es de lo más intenso. De lunes a sábado, por las mañanas, entrena tres horas y media; por las tardes continua sus estudios de Primero de Bachillerato. «Este año han puesto el bachillerato nocturno. En lugar de hacerlo en dos años, lo hacemos en tres. Son cuatro horas al día y seis asignaturas».
Pese a que se marchó muy joven de Vitoria, Iñaki no se arrepiente de su decisión, aunque reconoce que echa de menos a los suyos. «Estoy totalmente adaptado. La de Jaca es más mi casa que la de Vitoria. De todas maneras, suelo venir de visita cada cuatro o cinco meses. Lo llevo bien porque mis padres suelen venir a verme los fines de semana».
Los últimos resultados cosechados y su gran progresión animan a Martínez a seguir trabajando. «Estoy aprovechando mi estancia en Jaca. Depende mucho del ánimo de las personas y las ganas que tengas. Si tomas la decisión de marcharte lejos de tu casa, hay que estar centrado», señala con una madurez impropia de un joven de 16 años.
En verano le espera una concentración de un mes en Los Alpes con la selección española. Luego volverá a Vitoria unas semanas. «En agosto disfrutaré un poco de la playa» antes de retornar a Los Alpes. Sus próximas metas ya las tiene en mente. «Entrar en la selección nacional y conseguir algún primer puesto en carreras internacionales». Será el siguiente paso del primer alavés que llega tan lejos en el mundo del esquí. «Es un orgullo y se lleva bien», concluye. No obstante, ya ha tenido su momento de gloria. El 22 de febrero hizo de 'abridor' en Sierra Nevada para una prueba de la Copa del Mundo, privilegio reservado a pocos.
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