Los promotores del proyecto, AC Copters Segrià, ha comunicado a la Paeria que no puede aceptar los términos del pliego de condiciones en cuyo borrador se estaba trabajando para darle una legalidad a la cesión de uso de un espacio de unos 500 metros existente junto al antiguo cuartel de infantería.
Lo que se califica desde la empresa como “exigencias de la Paeria” son dos de los aspectos que se introducen en los que sería el pliego de condiciones para conceder la cesión del terreno por concurso y que parecen convertir en inviable la idea, al menos como se tenía planteada desde un principio.
En primer lugar no aceptan que la cesión se limite a cinco años dado que se ha hacer cierta inversión para adecuar la explanada de aterrizaje y el hangar que incluiría una sala de espera. En segundo lugar ven excesivo que se tenga que pagar un canon anual de dos millones de euros.
No hipotecar el terreno
Fuentes municipales explican que en cuanto se presentó el proyecto a finales del año pasado se pusieron a trabajar en la fórmula más sencilla para poner en marcha la iniciativa pero siempre considerando que “debíamos tener especial cuidado en las decisiones para no hipotecar sucesivas actuaciones en el resto del Turó”.
Por ello se estudió que si no había que hacer modificaciones en la zona, como en principio se pensó, una simple licencia servía para llevar a cabo el proyecto. Sin embargo, posteriormente un proyecto de viabilidad realizado por un experto en aeronaútica, solicitado por la propia empresa, apuntaba que se debía vallar el espacio, tener una zona cubierta e incluso recortar unos árboles del entorno.
Esta modificación, aunque leve, obligaba a la Paeria a elaborar un documento para efectuar una concesión, fórmula administrativa que está jurídicamente establecida que se ha de hacer por concurso.
Mientras se elaboraban los detalles para concretar el pliego de condiciones se le instó a los promotores de la idea que formalizaran la construcción de la empresa, trámite que quedó paralizado al toparse con que ya había una registrada con el nombre de AC Copters, aunque la solución fácil fue añadirle el término Segrià.
Tras constituir la empresa y presentarse la documentación se toparon con que las condiciones que planteaba la Paeria no “podía tirar adelante un negocio rentable ya que debía recuperar en cinco años la inversión realizada, algo muy difícil dada la novedad de la oferta”, apuntaban fuentes de la empresa leridana quien a pesar de dar por descartada su instalación en Gardeny mantiene la idea de llevar a clientes del AVE desde Lleida hasta las pistas de esquí.
Ahora centran su esfuerzo en buscar otro terreno.
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