Los más de 50 centímetros de nieve nueva han enterrado las redes y balizas que estaban preparadas para la carrera, lo que ha dificultado el trabajo de los voluntarios encargados de acondicionar el recorrido de la prueba. Asimismo, el estado de la nieve es ahora blanda y suelta (polvo), por lo que no reúne las condiciones de dureza necesarias para correr.
Miembros del jurado han realizado un reconocimiento de las pistas y si las condiciones meteorológicas no lo impiden el viernes las esquiadoras podrían realizar el primer y único entrenamiento oficial antes de la celebración de las pruebas.
En la jornada del jueves las condiciones meteorológicas en Sierra Nevada han mejorado, ya que la densa niebla que hasta la madrugada reinaba en el macizo granadino se ha retirado. El viento, que el miércoles alcanzó velocidades de hasta 100 kilómetros por hora, ha perdido fuerza.
Ante la falta de actividad deportiva, los miembros de algunos equipos han aprovechado la jornada para visitar Granada y la Alhambra.
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