Algunas de las pistas contempladas en el proyecto del Centro de esquí nórdico de Larra-Belagua -actualmente en fase de anteproyecto- entran dentro de los límites de la reserva natural, lo que impediría su construcción. Para tratar de solventar esta prohibición, CDN ha llevado al Parlamento una proposición de Ley que pretende modificar dichos límites para excluir del territorio de la reserva la zona que ocuparían las pistas. Esta iniciativa ya tiene un precedente, porque es el mismo procedimiento que se utilizó para dar cobertura legal al pantano de Itoiz.
La Federación Navarra de Montaña aprobó, en junio del pasado año, la creación de un comité de seguimiento de las posibles agresiones a las actuales reservas naturales en sus límites o niveles de protección como fórmula para defender la montaña en su estado natural. Al entender que el proyecto, tal y como está planteado, pondría en peligro la integridad de la reserva de Larra, la Federación junto con la plataforma Zain dezagun Larra del Valle de Roncal ha convocado un acto que se celebrará el miércoles, 29 de enero, a las 19,30 horas, en el Planetario, en el que expondrán las razones por las que se oponen a los planes de la Junta y las iniciativas que llevarán a cabo para impedir que se hagan realidad.
Koldo Aldaz, Diego Bueno y Koldo Goñi, en representación de los organizadores del acto, adelantaron ayer algunos de sus argumentos, como la "inviabilidad socio-económica" del proyecto y la existencia de alternativas. Koldo Aldaz dijo que lo que se pretende hacer "ya existe en Arette, unos pocos kilómetros más adelante, y con mejores condiciones". Añadió que si lo que se pretende es disfrutar del paisaje de Larra, es más conveniente hacerlo con raquetas de nieve que con esquís, "porque la pista que se pretende hacer en La Contienda atraviesa una zona que es muy peligrosa en invierno, ha habido muertes por caída a las simas, algo que es más fácil que ocurra a alguien calzado con esquís que con unas raquetas".
Diego Bueno, de Zain dezagun Larra, recordó que salvo UPN y CDN, los restantes partidos ya se han mostrado contrarios al proyecto y EA todavía no se ha pronunciado. En el Valle, la Junta, como promotora, lógicamente está a favor, "y luego estamos una serie de vecinos que nos oponemos. Dentro de los ayuntamientos hay diferentes opiniones, porque yo también soy concejal del Ayuntamiento de Isaba dentro de un grupo minoritario, pero la mayoría de la Junta apoya el proyecto", indica Diego Bueno, quien señala que ha existido "un problema de desinformación, se ha pretendido por parte de la Junta que no hubiera debate hasta que no estuviera redactado el proyecto, pero para eso tendría que modificarse previamente la Ley de espacios naturales, y eso es lo que pretendemos evitar con el acto del día 29, que se plantee la modificación sin un debate previo".
En el Planetario estarán presentes los biólogos Alfredo Rueda (de Ecologistas en Acción) y David Guzmán; los montañeros Gregorio Áriz y Juanjo San Sebastián, el economista Jesús Bueno y el cineasta Javier Garreta.
UNA GESTIÓN "PÉSIMA"
Las cuentas de la explotación de las pistas de esquí de Belagua, que el año pasado corrió a cargo de la Junta del Valle, se cerraron con un déficit de 332.000 euros (unos 20 millones de pesetas). Anteriormente, la Junta arrendaba la gestión de las pistas a un particular, y el balance acostumbraba a ser positivo. "Hemos pedido las cuentas para analizar por qué se ha cerrado con pérdidas la gestión de la Junta del Valle, que es la misma que pretende gestionar un proyecto que tiene un coste de 500 millones de pesetas", señala Diego Bueno, quien indica que "en el propio anteproyecto del Centro de esquí nórdico de Larra-Belagua, en la introducción, se reconoce que durante no sé cuántos años no se ha hecho nada con esas pistas, que ha habido auténtica dejadez, que se las han dejado caer". "Pero no ha sido quienes estaban ahí trabajando, sino la Junta -precisa-, que no ha invertido ni se ha preocupado de mantener siquiera lo que tenía. Desde luego, de la gestión no puede sino decirse que ha sido patética, pésima".
Pone como ejemplo el hecho de que no pudieran utilizarse las pistas en el puente foral "porque la nevada pilló a la Junta sin la maquinaria, y los esquiadores tenían que pasar de largo e irse a Arette, y como luego se fue la nieve, no se ha podido esquiar hasta mediados de enero". Bueno indica que "semejantes precedentes hacen dudar de que la Junta del Valle sea capaz de llevar a cabo un proyecto con semejante inversión y que luego pueda gestionar las pistas".
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