"Los concejos mayores han recibido cuarenta veces más que los pequeños. Todo se reduce a la política y a que nosotros no sumamos votos, Aquí no hay que acallar voluntades. A nadie le interesa que, en nuestro caso, la proporción entre los despidos del sector y la población, fuese de las más sangrantes", señaló.
La estación de esquí de Socellares fue una de las obras que se aprobaron en el listado inicial. Tenía un presupuesto de ejecución de 38,5 millones de euros, y estaba previsto que se desarrollara en la cuarta fase que expira en el 2005. "Estamos inmersos en esa fase y no han consignado ni una solo euro para este proyecto. Ni les queda tiempo, ni tienen interés en que salga adelante. Está claro", apostilló ayer el edil.
El ayuntamiento ha recibido esta semana la consignación para el ejercicio de este año. Unos 800.000 euros. "Nos parece una cantidad irrisoria, que sólo servirá para realizar pequeñas actuaciones, que nada tienen que ver con la dinamización de una de las comarcas más castigadas por el sector. Al conocer las cifras, nos hemos encabronado mucho", sentenció irritado.
CREACION DE EMPLEO
La estación de esquí de Socellares preveía la creación de una plantilla compuesta por 80 personas en la temporada alta. En ocupación indirecta, se estimaba una cantidad similar de profesionales relacionados con el mantenimiento, la hostelería dentro de la propia estación o los monitores de esquí, entre otras actividades vinculadas a la actividad. El estudio de viabilidad realizado al respecto concluía que en la comarca se crearían unos 300 nuevos empleos inducidos.
La estación contemplaba además otras cuestionses de tipo ecológico y medioambiental. "No es cierto que fuese a afectar a zonas boscosas o que los saneamientos fueran a destrozar terrenos de uso ganadero, como han intentado imputar algunos detractores sin fundamento alguno", manifestaron técnicos municipales. Por el contrario, se contemplaba un plan de recuperación de las escolleras de minas a cielo abierto que se cerraron y dejaron el entorno muy degradado y también uno de reforestación.
Además se preveían actuaciones relacionadas con la recuperación de pueblos semiabandonados como Bueira y Ricabo, donde se encuentran muchas viviendas cerradas, que se recuperarían para alojamientos.
"Se trata de un proyecto que no sólo iba a ser bueno para Quirós, sino que tenía una visión comarcal e integradora, en la que el tejido social de los Valles del Trubia se iba a ver visto reforzado notablemente. Por eso, no vamos a dejar que desaparezca sin prestar batalla y sin que medie explicación alguna. Estamos hartos de vernos discriminados y de que se olviden de que existimos", añadió Farpón.
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