El pasado viernes 18 de agosto mi familia y yo realizamos un nuevo viaje al Pirineo. No sabíamos muy bien a que parte de la cordillera ir, para descansar unos días y desconectar, en plena ola de calor. Esos días estaban siendo durísimos en cuanto a temperaturas altas y teníamos claro necesitábamos el "fresquito". Sin embargo, las previsiones no eran nada favorables, al contrario, se esperaban temperaturas también altísimas en todos los valles del Pirineo.
Tras mucho investigar partes meteorológicos, me di cuenta que habían dos estaciones de esquí, que debido a su altitud a más de 2000m en sus bases, las temperaturas iban a ser muy frescas, de entre 18 y 23 grados por el día, o incluso 11 y 15 por la noche. Esas frescas cifras me hicieron abrir los ojos y decantarme por ese destino.
Así pues, el viernes por la tarde pusimos rumbo hacía Vall de Núria, en el Pirineo de Girona. Desde Valencia en mi furgoneta camper apenas llegaron a las 5 horas de carretera. Un viaje muy cómodo, prácticamente todo autovía.
Vall de Núria es un valle en altura a 2000m de altitud con mucha historia. Su mayor peculiaridad es que su acceso está prohibido con vehículos a motor, por lo que solo es posible llegar caminando por un largo recorrido de 3-4 horas con casi 800m de desnivel positivo, o bien hacerlo de la manera más cómoda y fácil, con su histórico tren cremallera, que junto al de Montserrat en la provincia de Barcelona, son los únicos trenes cremalleras existentes en toda España.
El recorrido total son 12,5km y se puede coger desde las dos estaciones de la localidad de Ribes de Freser, o desde el pueblo de Queralbs, que es la última estación antes de llegar a Vall de Núria. Nosotros pasamos la noche pernoctando en la camper en el amplio parking de la estación de Queralbs, y al día siguiente, accedimos al tren...
... y en escasos 15 minutos nos plantamos en Vall de Núria.
La verdad es que acceder a este Valle en tren es toda una maravilla y le da mucho encanto a la visita, recordándote a esos trenes cremalleras de Suiza como Zermatt o Chamonix en los Alpes franceses.
Mapa de la línea del tren cremallera
La línea fue inaugurada nada menos que el 22 de marzo de 1931, hace más de 90 años. Ha sufrido muchos parones y deterioros a lo largo de su historia, pero fue a partir de 1984, que pasó a ser cien por cien a titularidad de la empresa Ferrocarrils de la Generalidad de Cataluña (FGC), cuando tuvo su mayor renovación, tanto de vía y andenes, como de locomotoras y vagones.
Una vez arriba, toca disfrutar de las vistas de este precioso valle, donde vacas y caballos pastan libremente.
El precio del tren cremallera en la época estival de ida y vuelta, desde la estación de Queralbs, es de 28€ para los adultos de 14 a 64 años, y de 18€ para los niños entre 4 y 13 años. En invierno el precio es más o menos igual, aunque si vas con intención de esquiar hay un billete combinado de tren con forfait que sale más económico.
Añadir que, en el billete de tren va incluido un acceso al telecabina de Coma del Clot, lo cual es un atractivo, desde el cual puedes emprender diversas rutas ya sean de trekking en verano o de esquí de travesía en invierno, salvando un pequeño desnivel de 150m.
Las vistas desde la estación superior del telecabina son bastante bonitas, y en el verano encontraremos muchas vacas por allí con ganas de comerse todo lo verde.
Contentos y felices una vez más en el Pirineo.
Como ya digo, los animales pastando libremente son uno de los mayores atractivos del valle, los cuales transmiten paz en el silencio de las montañas.
Las rutas a caballo también son actividades propias de este destino.
Subimos con el telecabina pero bajamos por las pistas caminando. La sintonía con la naturaleza es preciosa.
El embalse del valle da espectacularidad paisajística y a la vez, ofrece otra de las actividades clásicas del verano, como lo son sus embarcaciones a remo de alquiler. El precio por media hora es de 11,5€ para barcas de hasta 4 personas, o de canoas de hasta 2 personas por 7,3€.
Enclavado en el centro del valle nos encontramos el hotel, el área de servicios, y como no, la Basílica Santuario de la Mare de Déu de Núria.
El lugar donde se ubican estas edificaciones está repleto de historia. Según la tradición, San Gil llegó al valle alrededor del año 700. La leyenda cuenta que, el santo talló una imagen de la Virgen que escondió en una cueva al verse obligado a huir cuando los árabes invadieron la península ibérica. En 1072, un peregrino llamado Amadeo, llegó al valle buscando la imagen de la Virgen según una revelación divina. Construyó una pequeña capilla a la que acudían los peregrinos. En 1079 encontró la imagen y la colocó en la capilla, junto con otros objetos de San Gil, como una olla y una campana.
Esto es lo que cuenta la leyenda, pero lo cierto, es que la imagen de la Virgen de Nuria que se conserva en el santuario, realmente está datada entre los siglos XII o XIII. Como curiosidad, hasta nuestros días ha llegado la tradición de que, las mujeres que desean tener hijos colocan su cabeza bajo la olla de San Gil y hacen tocar la campana. Se supone que tras esto podrían quedarse embarazadas, pues los pastores consideraban a la Virgen de Nuria patrona de la fertilidad, aunque también desde 1983, es la patrona de los esquiadores catalanes.
Como digo, el lugar esta lleno de historia, sobre todo religiosa, pero también política. En el año 1087, los pastos del valle de Nuria fueron cedidos al monasterio de Santa María de Ripoll. En el año 1162 el valle contaba con un albergue que hacía las funciones de hospital y refugio de pastores. Junto al albergue se encontraba una capilla dedicada a Santa María. Un terremoto en 1428 destruyó por completo el albergue y la capilla. 20 años más tarde se hizo una primera reconstrucción pero, no fue hasta el 1648 cuando se reconstruyó por completo. En 1728, tras 300 años después del derrumbe del terremoto, se amplió.
La iglesia actual que podemos visitar allí se inauguró en 1911, y poco después se construyó el hotel. En la habitación número 202 del hotel, se redactó el que sería el Estatuto de Autonomía de Cataluña, que más tarde fue aprobado por las Cortes españolas en 1932. Como dato curioso añadir que al inicio de la Guerra Civil en 1936, el entonces párroco, huyó a Francia y se llevó consigo la imagen de la virgen, en un intento de salvarla, pues se estaban llevando a cabo en todo el país numerosos actos de destrozos y quemas de objetos religiosos. Curiosamente la imagen de la virgen acabó en Suiza escondida, hasta que en 1941 regresara de nuevo a Vall de Núria, ya con la guerra finalizada.
Dejando a un lado la política y la religión, lo cierto es que para los amantes de la nieve, aquí en Vall Núria tenemos también un buen pedazo de historia.
El esquí llegó a Catalunya al principio del siglo XX de la mano de entidades excursionistas. La primera fecha que se conoce de alguien esquiando en Vall Núria, es en la primavera del año 1907, cuando en una excursión al pico Puigmal que había salido de Nuria, se practica de forma improvisada y rudimentaria los deportes de nieve. Pero subir a Nuria cuando ni siquiera estaba el ferrocarril, era solo apto para los montañeros más experimentados. Otros puntos de Cataluña donde acudían a esquiar los montañeros de la época, era la Collada de Tosses y La Molina, esta última, por su comodidad para llegar, acabó siendo el destino prioritario para esquiar con la llegada del tren a Puigcerdá a partir de 1922.
Todo esto y muchísimo más, lo podemos encontrar en la exposición gratuita de "Memories de Neu" sobre la evolución del mundo del esquí con material histórico cedido por Jaume Gil y Mayolas, situado en el edificio de San José de la estación Vall de Núria.
Incluye una selección de material de esquí entre los años 1890 y 2018. Ofrece de forma cronológica la evolución del material de esquí y como se fabricaban, desde las maderas y cordeles que se utilizaban inicialmente hasta los esquís más modernos que se utilizan actualmente. También se ha complementado con documentos y fotografías que hablan sobre la evolución e historia del esquí en el valle.
La verdad es que, si te gusta el esquí, esta exposición te gustará, porque hay mucho material para ver. Yo por ejemplo, he visto muchas veces esquís de madera y algún par de botas de cuero, pero nunca tantos y tan variados como los he podido ver en esta exposición. .
Me llamó también la atención que tenían un banco de trabajo y distintos aparejos para la fabricación de un esquí de madera artesanalmente.
Otra cosa que me dejó alucinado fueron estos esquís "plegables" de la época.
Dentro de la exposición, también había un croma de fondo verde, donde podías fotografiarte con una máquina gratuita y elegir el fondo de la foto que quisieras.
Después te podías enviar la foto a tu dirección email personal. Curioso!
No puedo olvidarrme de citar la clásica de todas las rutas disponibles en Vall de Núria. Se trata de la ascensión al pico Puigmal de 2900m, que hace frontera con Francia. Partiendo desde el embalse, son 950m de desnivel positivos en 4,6km y unas 3 horas (solo subida).
Unas imágenes aéreas, desde la única zona de vuelo permitida.
Tras toda la visita al valle y el merecido picnic junto al lago, toca emprender el regreso a nuestra camper aparcada en Queralbs.
A pesar de tener los billetes para la vuelta, decidimos bajar andando por el "Camí Vell" hasta Queralbs. Son unas 3 horas y media de caminata, todo bien indicado y casi siempre en descenso, pero igualmente se hace larga, ya que el sendero transcurre entre árboles y en el firme afloran las piedras, aparte de que a veces transcurre por la laderas algo expuestas.
El recorrido es bonito, siempre transcurre cerca del río Núria, que baja desde el embalse de la estación de esquí y al que se le van sumando otros torrentes. Sin querer, al ver a una pareja con trajes de neoprenos y equipación de barranquismo, descubrí que aquí se encuentra el mejor descenso de barrancos de toda Cataluña. Es el llamado barranco de Nuria y dicen que no tiene rival. Su descenso tiene una duración de unas 4 horas, y aunque su aproximación es larga (90min) merece mucho la pena, pues en su interior hay saltos, toboganes, rápeles... todo en un entorno de alta belleza. Desde luego es un verdadero paraíso para los barranquistas y me lo apunto para alguna ocasión.
Salto Cola de Caballo
Tengo que decir que esta era mi primera visita a Vall de Núria, nunca había estado. Mi mujer si había estado hace 30 años, en el típico viaje de fin de curso de la EGB.
En invierno para esquiar, pues bueno, son pocas pistas y kilómetros los que ofrece la estación pero, pienso que es un concepto distinto de esquí y de viaje, más de slow-ski, familiar y de relax, aunque también lo puedes combinar con esquí de montaña. Tengo pendiente volver en invierno, claro que sí! Este valle ofrece de todo y merece la pena durante cualquier época del año.
A continuación nuestro viaje en la camper se desplaza hasta otro lugar del Pirineo de Girona, un lugar que ningún miembro de la familia ha estado nunca. Se trata de la estación de Vallter 2000.
Aquí pasamos dos plácidas noches, durmiendo a 2150 de altitud. La temperatura bajaba a los 9º grados durante la madrugada. Un auténtica maravilla veraniega, el poder dormir arropados con el edredón.
Aunque por las tardes caía algún chaparron, por la noche se volvían a despejar los cielos.
Es gloria bendita dormir aquí, en el hotel con más estrellas del mundo.
El cielo era sorprendente.
No nos damos cuenta del universo en el que vivimos, hasta que sales de noche a ver las estrellas, con un cielo despejado y en plena montaña.
Siempre tengo una sensación especial al dormir a pie de pistas.
Toca conocer ahora las montañas de Vallter 2000, que como su propio nombre indica, está ubicado en el valle del río Ter, el más largo y caudaloso de Cataluña. Los orígenes de Vallter se remontan a finales de la década de los años 60, al igual que otros centros de esquí en el Pirineo. En el verano de 1969 se construyó la sociedad Vallter S.A, y comenzaron las gestiones para la construcción de la carretera, las instalaciones y las negociaciones con el Ayuntamiento de Setcasas, propietario de los terrenos, para la concesión de la montaña en régimen de alquiler. El primer telesquí, el Morens I, se acabó de instalar en diciembre de 1974 y en 1975 el siguiente. En la temporada 1975-1976, que podemos considerar como la verdadera inauguración, se ponían en funcionamiento dos telesquís más: El Morens II y el Barquins II. El edificio el restaurante y las oficinas, con su característico tejado piramidal, también se hacía realidad. En diciembre de 1977 se abría el telesquí de la Chimenea, llegando a la cota de 2.600 metros, a pocos metros de “El pic de la Dona”. Era el remontador de cota más alta de la estación, pero también casi de todo el Pirineo. En el año 1979 se inauguraba el primer telesilla de la estación en la pista de “El Xalet”, la más larga, con más desnivel, y a la vez, la más variada en paisajes de la estación. Fue en 1982 cuando se asfaltó la carretera desde Setcases hasta la base inferior de la estación.
Subimos en telesilla Jordi Pujol...
...que te sube al techo de la estación a 2533m.
Desde aquí parten varias rutas senderistas y se puede visitar el nacimiento del río Ter o un mirador donde se puede ver la costa. La travesía clásica de la zona es la que parte desde la curva número 8 del puerto de subida a Vallter 2000, y que tras 12km llegarías a Nuria.
Nuestra intención era dar un simple rodeo por los alrededores de la estación, aunque pronto me llamó la atención esa montaña que se ve al fondo, el pico Gra de Fajol de 2708m.
Nos fuimos aproximando.
Ascendiendo poco a poco por este circo montañoso...
...coronado por el pico Bastiments de 2874m. que hace frontera con Francia, al igual que también pasaba en las montañas que cerraban por el norte el circo de la Vall de Nuria.
Una vez arriba del collado...
... las vistas empiezan a ponerse emocionantes.
Son varios los senderistas que llegaban hasta este punto.
Pero yo tenía ganas de sudar más, quiero coronar la cima Gra de Fajol. A por ella!
A medida que subo se observan mejor las pistas de la estación que quedan al fondo.
Una vez arriba, se ve todo lo subido desde el collado.
En la cima hay una cruz...
... y también un piolet a modo de monumento.
Y bueno pues, ya una vez regresados a la base de la estación, puedo decir que he estado en Vallter 2000, en sus pistas, aunque no he esquiado, eso queda pendiente para otra ocasión. La estación me ha parecido más seria que Vall de Núria, con algunas pistas más largas y mas desnivel, sobre todo las que bajan a la cota 2000, donde un telesilla te retorna a la base principal de la estación.
No puedo olvidar citar el pedazo de puerto de montaña para subir a la estación de Vallter 2000. Un puerto mítico del Pirineo de primera categoría, que atrae a muchos aficionados al ciclismo y que le da mucha vida a la estación durante el verano.
Setcases es el pueblecito mas cercano a pistas, donde hay bastantes alojamientos rurales.
Pero el pueblo más importante del valle esta más abajo.
Se llama Camprodón, y bien merece su visita, por su puente medieval construido entre 1196 y 1226, y rehecho en parte en el siglo XIV.
Pues esto es todo amigos!! Espero haberos entretenido un poco. A ver si nieva ya!!!
Hasta la próxima y recordad...SED FELICES!!
Fotos, vídeo y texto:
Gatos del Pirineo
