En su página web, nuestro amigo Nes hace un interesante análisis de una curva teniendo en cuenta no solo la técnica, sino también la interactuación con el medio y el terreno. Me parecen muy bienvenidas este tipo de aproximaciones que reparan en que hay muchos más elementos en el rendimiento deportivo aparte de la mera técnica. En ésta, en concreto, Nes habla de la acción y de la reacción, relacionando el comportamiento del material, el terreno y nuestra respuesta corporal.
Normalmente hablamos de lo que hay que hacer durante la curva o de "las posturitas" que debemos adoptar, pero a veces olvidamos decir, cómo, cuando o por qué. La respuesta suele estar en algo tan sencillo como esa interactuación con el terreno que solemos obviar. Si hablamos del cambio, por ejemplo, observaremos que ocurre cuando el esquí reacciona debido a las fuerzas externas (como la del agarre de la nieve) y según las fuerzas que nosotros mismos hayamos inducido. Así, como consecuencia de la acción de estas fuerzas absorberemos, haremos una extensión, nos recuperaremos de la posición o lo que la situación concreta nos exija. Del mismo modo, en las fases de máxima pendiente y de salida de ésta, será necesario que sigamos regulando los gestos que llevamos a cabo para adaptarnos a ese medio en el que nos estamos moviendo. En resumidas cuentas, para esquiar con eficiencia no sólo estaremos preocupados de la técnica, sino de ese "sistema" material-cuerpo-nieve en el que estamos sometidos a diversas fuerzas y que nosotros mismos dosificamos, regulamos y generamos según nos convenga.
Foto cortesía de RonLemaster
De ahí que en el rendimiento moderno haya adquirido tanta importancia el entrenamiento sensorial y ese concepto de interactuación con el medio ya que, sin esta toma de conciencia, ese diálogo con el material, nuestro cuerpo y el terreno, no es posible esquiar con tanta eficiencia como cuando tenemos en cuenta todos los elementos que influyen sobre el rendimiento deportivo.
¡Buenas huellas!
Carolo © 2008