En esta secuencia esquío en una pendiente fácil y compactada con un Stöckli SL de 165 cm. Un esquí de 13 escasos metros de radio de giro. Hay que señalar que estos esquís giran tan fácilmente que pueden disimular los errores que cometamos, como veremos a continuación, sin que a veces notemos siquiera que nuestros gestos no son del todo eficientes.
El la primera foto vengo mirando a mi colega Jan Vokaty, el fotógrafo, calculando espacialmente dónde voy a terminar la curva y por dónde le voy a pasar. En esa fase final noto el apoyo en el exterior y mi codo bajando para el gesto de la clavada de bastón. Ese movimiento me hace notar siempre que angulo más rodillas y caderas y que aumenta, así, la fricicón y el control en el esquí exterior.
Ya he girado todo lo que quiero y voy soltando la presión (img 2). Es el momento de empezar a inspirar aire a medida que mi cuerpo se extiende, adopta una postura cómoda y se relaja mientras sigue avanzando. Eso hace que los esquís, sin apenas presión, cambien por debajo de mi cuerpo en su viaje cuesta abajo. Voy tratando de notar el nuevo esquí exterior y ya tengo, pues, la nueva curva comenzada. Intento mover los pies un poco hacia atrás ya que eso evitará que me quede demasiado retrasado (img 3).
En cuanto tengo la sensación de que mis pies están por detrás de mi trasero (y no por delante o a un lado, pues eso significaría que estoy retrasado) percibo la gran seguridad que me confiere estar bien apoyado, asi que tomo ángulos con confianza, me concentro en el exterior, y me dispongo a expirar el aire que venía tomando (img 4).
Soltar el aire me permite mover el centro de gravedad y llevar a cabo las contracciones musculares con suavidad. Como voy despreocupado, me había rotado un poco al querer inclinar mucho en demasaido poco espacio; sin embargo, el esquí me perdona el error y sigue su curso, dócil, sólo pidiendo que le aplique un poco más de presión. Calculo el espacio para pasar delante del fotógrafo y noto los cantos dibujando la curva. Sonreir produce una buena sinergia con el efecto relajante de la respiración y, vuelvo a bajar el codo externo para angular, presionar más el experior y poder completar la vuelta (img 5).
Si somos observadores veremos multitud de pequeños errores en estas curvas, debidos en parte a la facilidad de los esquís modernos que comentábamos arriba y a que ello nos puede hacer perder la concentración en los gestos correctos. No perdamos esto de vista y, sin prestarle más atención de la que merece para cada uno, disfrutemos de esas ventajas teniendo cuidado con que ésta facilidad para girar no se vuelva en nuestra contra.
¡Buenas huellas!
Carolo © 2011
Las fotos aquí publicadas no son "demostraciones de escuela" y no tienen la intención de servir como modelo, sino como mero refuerzo gráfico para el texto. Tanto las ideas vertidas como las ilustraciones sólo muestran la visión y el estilo personal del autor. El esquí es un deporte complejo y que puede ser arriesgado; su aprendizaje y perfeccionamiento es un proceso continuo en el que todos, autor incluído, estamos inmersos permanentemente; el lector debe interpretar estos artículos según su mejor criterio de prudencia.