Bueno queridos lectores, ya está aquí la temporada. Algunos afortunados ya hemos empezado a esquiar de nuevo. Deseo que sea la temporada que cada uno queréis tener, que se cumplan vuestros objetivos y que se vean, incluso, mejorados.
No quiero empezarla sin terminar de comentaros las pruebas de esquís que hice la temporada pasada y poder centrarme en las pruebas de este año, si es que puedo hacer alguna, en secreto os cuento que algo ya tengo por ahí hablado...
Quiero comentar tres modelos, dos de ellos son esquís que cuentan con infinidad de seguidores y, seguro, dos de los modelos más vendidos en nuestro mercado, el otro es un modelo único, probado por muy poca gente y que, de momento, no está a la venta.
Como siempre, os digo que con el nivel de esquí de un turista como yo no es fácil encontrar defectos en los esquís, para eso están los profesionales. Yo me limito a comentaros mis sensaciones porque creo que pueden ser interesantes para otros esquiadores turistas, que somos la mayoría. En cualquier caso, los esquís que he probado son de gama alta y no defraudarán a ningún buen esquiador. Excelentes prestaciones, buenísimas calidades, pocos defectos, muchas virtudes, centrémonos en ellas.
Rossignol Hero Elite ST Ti
Tuve la ocasión de probar el ST Ti dos veces a lo largo de la temporada. En un test en Pas de la Casa a principio de temporada y también en la Quedada de Nevasport en Vallnord, con condiciones de nieve muy diferentes.
En la primera ocasión la nieve estaba perfecta, un buen día de esquí en el que pude hacer unas cuantas pruebas y con unas sensaciones muy positivas. Poca gente, buena nieve, muchos esquís, buena compañía, ¿qué más se puede pedir? Muy mal tendría que ir el esquí para que le sacáramos defectos en esas condiciones, en todo caso, los esquís sí que podrían sacar defectos a los esquiadores.
El ST Ti es lo que te esperas, ni más ni menos, un SL que busca el giro corto, que quiere ir sobre el canto, que quiere que lo lleves centrado y que no se va a dejar esquiar desde atrás. O sea, que no va a dejar que te retrases. A partir de ahí, tiene una espátula agradecida que casi inicia el giro por ti, un cambio de cantos rápido y un buen agarre.
Os conté en otra prueba mis sensaciones con el ST normal, sin “Ti” y que también podemos llamar Carbon, ( aquí os dejo el enlace ) . El Ti es un punto más exigente, estoy seguro que también dará unas prestaciones mucho mayores al límite, pero es un terreno en el que yo no me muevo y, honestamente, creo que solo los muy buenos esquiadores y competidores sacarán partido. Sé que lo fácil es decir que el Ti es mucho mejor que su hermano pequeño, si hablamos de prestaciones puras sin duda lo es. Pero, ¿para quién? Creo que esa es la pregunta que debe hacerse el que se vea en la disyuntiva entre uno u otro modelo. ¿Qué voy a hacer con el esquí y cuál es mi nivel y forma física?
En la siguiente ocasión en la que pude probar los Rossi ST Ti lo hice acompañado de Sam, uno de vuestros blogueros favoritos y un magnífico esquiador. Ahí te das cuenta de para qué se fabrican este tipo de esquís. Sam practica un esquí fino, suave, dulce, incluso podría decir que detallista, y ahí salen a relucir las virtudes de un esquí casi (y depende a qué niveles, sin el casi) de competición. Esquiar detrás de Sam es un lujo y necesitas llevar unos buenos pepinos bajo tus pies. En mi caso, que no los llevaba, estaba deseando llegar hasta abajo para poder calzármelos, y así lo hice en el estand que Rossginol montó para todos los “nevasportnianos”.
El día de la “Quedada” la nieve no estaba en su mejor momento, y como dejé pasar bastante tiempo perdí la nieve de calidad. Ahí te das cuenta de que llevar unos esquís tan específicos de SL sobre nieve “papa” conlleva unos riesgos y te exige unos compromisos que tienes que querer aceptar. Así que con una bajada me tuve que conformar. Desde luego, en mis pies no se muestran tan dóciles y rápidos como en los de Sam, pero es un esquí que se puede disfrutar mucho. Sin duda es exigente y, con este tipo de nieve, te tienes que emplear mucho y llevar una posición buena, así como esquiar con decisión, no es un esquí para ir tranquilo aunque lo puede admitir sobre buena nieve, en nieve papa no se dejan tanto.
En definitiva es un esquí que te da lo que esperas de él. Admite abrir el giro algo, y en giro medio va muy bien, pero lógicamente quiere giro corto y al ataque, que es para lo que están hechos. Comparándolos con sus hermanos de hace más temporadas, diría que esta versión es algo más deportiva y bastante más específica. Años ha creo que eran unos esquís algo más polivalentes, por lo menos así me lo había parecido en las múltiples veces que los había usado.
Elan SLX 15-16
Como ya habéis leído de otras pruebas, el día que probé Elan, la estación estaba perfecta. Ni más ni menos. Mucha buena nieve, sol, frío y poca gente. Día perfecto.
A primera hora me acerqué al estand de Elan, que estaba para mí solito, y cogí los SLX, ya había calentado, sabía lo que había y lo que quería. En esos días me encontraba en no mala forma, aunque tampoco fuera formidable y tenía ganas de jaleo, un poco de medirme, que hacía tiempo que no lo hacía.
El SLX de este año te dice desde el primer momento lo que es, no te engaña, su estética es deportiva al máximo, en la mano se muestra duro, muy duro, los chicos de Elan me explicaron algunas novedades pero yo estaba ya inquieto y tenía ganas de calzármelos. En cuanto lo hice los noté bien encerados, duros al tacto también en los pies, con un comportamiento algo nervioso y te transmiten ganas de guerra. Es que es así, no dan la sensación de que se vayan a dejarse llevar de paseo desde el primer momento. Además yo estaba sugestionado o tope.
Desde el primer giro ves lo que hay, giro corto, cambio canto, entra de espátula, cambio canto muy rápido, o sales de la curva o te saca, vamos que como te retrases te verás en un compromiso, y otra vez, y otra, y otra. Si le estás dando lo que quiere en este momento serás una persona feliz, muy feliz en estos instantes. Si vas a remolque del esquí serás una persona agotada en pocos giros. Yo me encuentro en el medio, estoy disfrutando pero me están llevando un poco, y quiero ser de los felices. Me paro a hablar conmigo mismo y con ellos. El que esté leyendo esto pensará que estoy como una cabra. Es muy posible que lo esté, pero el que esté leyendo esto y no haya hecho eso alguna vez que lo pruebe, y que tenga cuidado, no sea que le guste.
Si te paras en mitad de una montaña repleta de nieve, recapitulas sobre lo que acaba de pasar y piensas en lo que quieres que ocurra a partir de ese momento, pueden suceder dos cosas: que te vayas a un buen psiquiatra o que mejore la forma de entenderte sobre unos esquís y sobre la nieve.
Yo quería más, quería sacarle a esos esquís algo que sabía que me querían dar, y se lo saqué. Desde luego no les saqué todo lo que tienen, pero me hicieron feliz, también me exprimieron ellos a mí, espero que se vieran reconfortados y que no les defraudara mucho.
El SLX de esta temporada es un esquí muy deportivo para ser un esquí de calle y, digamos, de los asequibles. En mi opinión tiene un tacto duro y se hace, por momentos, caprichoso en el sentido de que tienes que darle lo que necesita, no está hecho para ir de paseo, ni para derrapar. Admite el giro medio y lo hace sobre raíles, pero no se lleva bien con el giro largo.
Si eres un esquiador con buen nivel y estás en buena forma, quieres un esquí deportivo, a un precio competitivo, el SLX puede ser tu esquí, tampoco hay que tenerle miedo, si yo he esquiado y disfrutado con él, mucha otra gente puede hacerlo. Pero hay que olvidarse de los viejos SLX, de los que soy feliz propietario, ya no es aquel esquí noble y tranquilo que te podía introducir en el mundo del giro corto. Este es un esquí más serio y menos polivalente, pero mucho más deportivo.
Boreas 2015 y 2014.
Es difícil hablar de una marca que casi nadie conoce y más cuando le estás cogiendo un cariño especial, pero voy a intentar explicaros mis sensaciones con los boreas de 2015 y, sobre todo, con los 2014, que son los que más he probado.
El proyecto boreas nace de la necesidad de su ideólogo e impulsor de tener un esquí hecho a su gusto. El jefe del proyecto boreas es el Doctor José Sancho, un esquiador pamplonica que tiene en Formigal su base de disfrute y pruebas. Este empresario y profesor de la Universidad de Navarra es un ingeniero que no se conforma con un esquí comercial, por bueno y exclusivo que este sea. De modo que un día decidió fabricarse sus propios esquís con los mejores materiales.
El primer boreas que yo probé fue en junio de 2013, desde entonces la cosa ha cambiado mucho. Aquel era un esquí de pruebas con unas cotas casi de “free”, un esquí enorme, con un radio de giro corto. Todavía sigue esquiando por Formigal, con lo cual sabemos que los materiales aguantan y de buena manera, llevan muchos días de esquí y están en perfecto estado. También tuve oportunidad de hacer unas bajadas con ellos a final de temporada.
En 2014 se hicieron dos modelos con idéntica cota pero con muy diferente distribución de materiales y, sobre todo, con muy distintos grosores de núcleo. Por lo tanto uno era un esquí blandito, ideal para personas con poco peso, y el otro era un esquí que a mí se me antoja prácticamente ideal.
En 2015 se hizo un único modelo. Este modelo incorpora un núcleo de un grosor muy considerable, totalmente de madera de haya y de abeto. El boreas solo utiliza madera y carbono y esa va a ser parte de la filosofía de la marca. Fiel a la naturaleza de su tierra, los núcleos de los boreas estarán formados de madera de haya mezclada con otras para dar flexibilidad y fuerza a un núcleo que se apoyará en el carbono para conformar esquís resistentes, nobles y duraderos.
La filosofía de la marca es llegar a conseguir un esquí con un buen comportamiento hecho con los mejores materiales y que resulten exclusivos. Siempre en pequeñas tiradas.
Para ver y probar el boreas 2015 me acerqué a Formigal en los días en los que empezaba la Semana Santa. Hacía tiempo que no esquiaba allí, la verdad es que la estación ha cambiado mucho, me encantó el ambiente que se respira desde primera hora.
Un día de muchísimo sol con una nieve que, desde el principio se veía que estaba para pocas alegrías. Aún con todo estuvimos esquiando toda la mañana y sacando conclusiones de este último boreas.
En la mano es un esquí tremendamente duro en flexión y torsión. En los pies es duro pero menos de lo que puede ser la primera impresión. Ojo, que estamos hablando de una dureza que yo nunca había visto en un esquí, pero aún así se puede esquiar y perfectamente, aunque seas un peso pluma, como es mi caso.
A primera hora de la mañana la nieve está algo dura todavía y tenemos que aprovechar para sacar partido a la dureza del esquí y a unos cantos que se agarran mucho, mucho más de lo que agarran otros esquís que consideramos “tope de gama” o “pata negra”: una barbaridad. Además, las suelas deslizan rápido no, rapidísimo y eso que no están recién enceradas, parte de su secreto está en el material, solo usado en esquís de muy alta gama.
Las conclusiones en mi primer encuentro con el modelo 2015 es que es un esquí duro, al que hay que llevar con decisión, pero a cambio te dará una velocidad y un agarre de cantos que no son normales. Lo digo literalmente: que acojonan. Por contra, y aunque parezca mentira, se pueden manejar y, como le gusta decir a su "padre": "giran en una peseta". Eso sí, los tienes que esquiar, si no te empleas te llevarás algún revolcón, y si te retrasas su cola te avisará, pero no te dará muhas oportunidades. Y estos esquís son nobles, no engañan.
Posteriormente los pude esquiar en Masella, donde fueron probados por otro bloguero de esta casa y donde traté de exprimirlos todo lo que la nieve nos dejó, que no fue mucho.
Pero donde los esquié varios días fue en Sierra Nevada. La verdad es que la nieve tampoco estaba para alegrías, y solo a primera hora se les podía sacar partido. De aquella aventura ya di buena cuenta en este blog. En definitiva, el boreas 2015 fue probado por unos cuantos esquiadores de los cuales hemos recogido toda la información que nos han dado, que no ha sido poca. También buenos profesionales de Formigal han aportado sus críticas, y de todo ello el "jefe boreas" toma nota, porque está ya en el horno el boreas 2016, y este sí que va a ser ya definitivo. Si todo sale según lo previsto va a ser un esquí digno de ser probado y, a buen seguro, digno de ser disfrutado.
Personalmente me quedo con el boreas 2014, un esquí delicioso y que probó muy poca gente. Tuve la suerte de estrenarlo y de poder llevarlo al test de Patrick Sport en 2014, allí fue probado por algunas personas conocidas del mundo del esquí, entre ellos varios foreros. Sus comentarios fueron muy interesantes y se valora mucho su aportación
El boreas 2014 era un esquí extraordinariamente rígido en torsión y mucho en flexión, sin embargo, esquiando era bastante dulce. Tenía un agarre de cantos tan excepcional como el 2015, era muy rápido de suelas aunque no tanto como el 2015, y el carbono le daba una dulzura difícil de encontrar en un esquí tan duro. Para que os hagáis una idea, yo, que tengo cinco pares de esquís, no esquié con otros mientras los tuve en mi poder. Que fue toda la Semana Santa de 2014, recién salido de una rotura de rodilla y me pasé los días dándoles caña. Suave, pero en algunos momentos también me hacía mis escapaditas a la pista Avet, que es una pista FIS en Soldeu, que por las mañanas está durita durita. Pues a las 3 o las 4 de la tarde seguía esquiando con los mismos esquís por nieve papa de final de temporada y no los cambiaba por ninguno. Creo que el secreto es que el carbono se adapta muy bien al terreno, y al ser un esquí con unas cotas muy bien pensadas para un esquí polivalente se desenvuelve con mucha soltura. Sin duda, la calidad de los materiales tendrá algo que ver, y su ligereza también.
El boreas 2014 es uno de los esquís que más he disfrutado, y eso que salía de una lesión. Es verdad que no podía exprimirlos mucho, pero os aseguro que el límite de ese esquí era muy alto, más que el mío seguro. Y, además, y me parece muy importante se podía esquiar con suavidad, yendo con los niños, ...
Espero que el boreas de 2016 recoja lo mejor de todos los boreas hechos hasta el momento, me consta que se está trabajando en ello y espero poderos dar noticias cuanto antes.
Os dejo un video de aquellos días que había hecho para casa antes de meterme a bloguero, no tengáis en cuenta el nivel de esquí de este humilde "contador de sensaciones" y sí tened en cuenta que hacía menos de 90 días que me había roto la rodilla derecha. De mi rápida recuperación doy gracias a médicos y a un fisio que se llama Daniel Benito y que puso todo lo que estuvo en sus manos para ayudarme. Ahora mismo está triunfando en un país lejano, disfrutando de lo que se merece por ser de los mejores. Más tarde me ayudaron otros médicos y otro fisio, pero esa es otra historia.
Un abrazo a todos, espero que tengáis, como os he dicho, una gran temporada. Aquí os dejo una foto de ayer. Mirad cómo estaba la nieve y qué huellas siguen dejando mis viejos Elan SLX, perfectamente trabajados en el taller de Tecnics Sports, en Encamp (Andorra).