Buenas!
El finde pasado fue uno de esos extraños, me recordó al de hace dos temporadas. Previsión incierta y con potencial de ser un fracaso o triunfo.
Llegamos el viernes a Candanchú diluviando, el sábado 23 de Noviembre amaneció lloviendo, aunque en cosa de media hora pasó de estar negro a quedarse todo blanco. Subimos a Astún sin pretensiones y a ver si nos hacíamos una bajadita...
Con el riesgo de aludes tal bajar Ruso o la frontera estaba descartado, y como no había ni una pizca de visibilidad la única opción válida era andar en los tubos de la Raca. Afortunadamente el viento hacía su trabajo y en cada bajada tapaba nuestras huellas.