Fue el primer esquiador que descendió desde las cumbres de Mt Hood. En 1937 se rompió la pierna por enésima vez tras ganar otra competición y decidió que ya era suficiente.
Inventó una fijación realmente segura que hacía desprenderse el esquí de la bota de manera automática en el caso de una torsión excesiva. Su patente vendió millones de unidades y contribuyó a la expansión de este deporte durante los años 50.

Aunque hubo otras patentes anteriormente relacionadas con este asunto, la de Hjalmar fue realmente la que siguó adelante y las fijaciones de hoy en día aún usan su sistema.

Nunca te olvidaremos Hjalmar, ni nuestras rodillas tampoco
