Llega el final del verano y es el momento de planificar, pero de planificar cómo será la temporada. Al menos es lo que hacemos los que ya estamos pensando en que llegue el frío, sacar los esquís del armario y volver a deslizar.
Pues bien, echando un vistazo al calendario nos encontramos con tres momentos destacables, que son el puente de la Inmaculada, Navidad y Semana Santa.
Este año el puente de la Inmaculada cae con los festivos del 6 y 8 de diciembre en miércoles y viernes. Así que cogiendo un solo día de fiesta, que seguro que todos los colegios ya se están apresurando a poner como día de libre elección para que no te lo pienses demasiado, van a quedar cinco días seguidos de esquí la mar de majos. Ideal para preparar una escapada diferente, si es el caso.
Luego tenemos Navidad, con algunos días clave que caen entre semana, como el 25 y 26 de diciembre y el 1 de enero.
Y por otro lado está la Semana Santa, que este año cae pronto, a finales de marzo, lo que se traduce en una temporada más corta que cuando la tenemos en abril, aunque seguramente tendremos más nieve.
Con esta información, ¿qué conclusiones sacamos?
Conclusión optimista
No puede haber una temporada mejor planificada.
5 días de esquí asegurados en el puente y un fin de fiesta con buena nieve. No se puede pedir más. Además, como la Semana Santa cae pronto no me harán ir a la playa, así que esta Semana Santa esquío seguro. Y después de Semana Santa las pistas se vacían y suele haber buena nieve, sobretodo si nos queda todo abril por delante, nos quedarán unos días muy buenos.
Y como la temporada será algo más corta, gastaremos menos y nos quedará un rinconcito para hacer algo en verano.
Conclusión pesimista
Vamos a esquiar menos y con más gente en pistas.
Empezaremos con un puente que es seguro es que serán cinco días de esquí, pero no se va a repartir nada la cosa y estará todo a tope.
El resto de la temporada, al ser más corta, el presupuesto de esquí se reparte en menos días, así que los días que se esquiará, que serán menos, habrá más gente.
Y finalmente, Semana Santa, que al caer pronto, aún mucha gente no piensa en ir a la playa y por consiguiente, las pistas se vuelven a llenar. Y muchas estaciones aprovecharán para echar el cierre, así que acabaremos antes de hora.
Y tú, ¿con qué conclusión te quedas?