Beaver Creek (Estados Unidos) concentra estos días el mayor número de talento posible en lo que a esquiadores se refiere. Se celebran los Mundiales de esquí alpino, con dos citas que pueden considerarse las pruebas ‘reinas’ de los campeonatos. Son las de mayor velocidad, las más exigentes, donde los errores simplemente no están permitidos: el supergigante y el descenso. Y en ambas han ganado esquiadores Salomon. Dos oros históricos en las disciplinas de velocidad firmados por Hannes Reichelt y Patrick Kueng, ambos integrantes de la familia Salomon desde 2008.
Hannes Reichelt ganó el supergigante masculino. El subcampeón mundial de esta disciplina en 2011 en Garmisch se impuso en los 1.890 metros de la pista 'Birds of Prey' con un tiempo de 1:15.68.
Por su parte, el suizo Patrick Kueng logró la medalla de oro en la carrera más esperada, la más espectacular de todas: el descenso. Dejó atrás al estadounidense Travis Ganong (plata) y al también suizo Beat Feuz (bronce). El nuevo campeón del mundo de descenso alcanzó una velocidad máxima de 123 kilómetros por hora en el segundo intervalo de la prueba poniendo a prueba en las más exigentes condiciones sus esquís Salomon, que respondieron a la perfección.