El escenario, inmejorable, la estación a tope de nieve y día soleado:
El sábado por la mañana comenzó con el madrugón habitual. Ya nos habían avisado que la estación iba a llenar, y la organización había marcado el inicio del Briefing a las 8:30 en el Ampriu.
En una acogedora sala de madera, en la parte alta del edificio de la cafetería, todo estaba preparado para dar la bienvenida a los riders venidos de diferentes puntos de la península.
Tras las palabras de Gabi Mur, director de AramónCerler, y de Joan Masferrer, responsable de El Dorado Freeride, comenzó la sesión de trabajo teórico con las charlas sobre seguridad en terreno de avalanchas, impartido por NarsisVilàroig, coordinador ymáximo responsable de la Compañía de Guías de Benasque y de la Alpine School Benasque.
Tras él, el rider local, buen amigo y embajador de Burton Snowboards, José Felix Martínez, relató su experiencia en diferentes situaciones de riesgo a lo largo de su vida en las montañas. Todo acompañado de vídeos grabados por él mismo en el que explica y relata sus vivencias mientras varias avalanchas se forman a sus pies.
Un aprendizaje que sin duda se quedará marcada en los jóvenes riders y les ayudará a jugar en la montaña con el respeto necesario.
Mientras, la estación se iba llenado de gente, que disfrutaba de uno de los mejores días de la temporada.
Y tras un rápido desayuno, los chavales se organizaron en grupos para recibir las sesiones prácticas de manejo de DVA, impartidas por el propio Narsis y por otro Guía de montaña y gran amigo, miembro de Roca y Agua yAll Radical,Nacho Segorbe.
Pero antes, pudimos disfrutar de un exclusivo test del material de Head para la próxima temporada, incluyendo los espectaculares KORE de Freeride.
Utilizando un campo de arvas de BCA, los grupos de chavales primero fueron instruidos en el material, y posteriormente hicieron prácticas de localización y rescate, tanto de una víctima como múltimple. El FWT obliga a todos los participantes a llevar durante todo el evento una mochila personal con protector de espalda, pala y sonda y un dispositivo de DVA convenientemente situado.
Los jóvenes aprendieron a palear y a sondar, aunque reconocieron que el rescate requiere mucha práctica y experiencia.
Una vez finalizados los cursos, tarde libre para esquiar y catar la excelente nieve que disfrutamos en Cerler.
Ya por la tarde, en la tienda All Radical de Benasque les esperaba un cursillo de reparación y encerado de esquís, en un local con un ambiente 100% alpino. Es necesario que desde jóvenes conozcan la importancia de cuidar y mantener su equipo.
La jornada finalizó con un pequeño picnic que sirvió de broche a un intenso día de aprendizaje y compañerismo. Hablando de compañerismo, es algo que me ha sorprendido mucho, el gran ambiente y “buen rollo” que se respira en esta competición.
DIA 2 . LA COMPETICIÓN
Volvemos a madrugar. La mañana empieza con un pequeño desastre, mi hijo mayor se deja la mochila en casa… y en ella guardaba pala, sonda su ARVA y el ARVA de otro compañero del Klub. :-/
Menos mal que esta vez vamos de locales… una llamada y todo solucionado. ¡Será por ARVAS!
Un pequeño Briefing con Raúl, director técnico de la prueba y ¡¡todos para arriba!!
Una vez en lo alto del TS Sarrau, a unos 2320 m. de altitud, desde el que hay unas vistas alucinantes tanto del macizo de las Maladetas y su imperial Aneto como del resto de tres miles… y, por supuesto, del Valle del Ampriu.
Un lugar inmejorable para esta prueba, luciendo además sus mejores galas…
Tras bajar por la pista de La Solana (una de mis zonas favoritas de la estación), llegaron al rellano donde estaba localizada la línea de llegada para poder visualizar desde allí la zona e interiorizar cada uno su línea de bajada.
El área elegida por la organización para el evento fue la conocida como el Ibón, localizada junto al itinerario del mismo nombre y entre las pistas La Olla y La Solana. Es una cara de orientación Sur/Oeste, muy soleada, en la que la nieve suele transformar bastante pronto y que, gracias a su altitud, mantiene muy buenas condiciones en primavera.
La línea del TS el Ampriu (conocido localmente como el “telesilla del amor”, porque según los rumores a no pocas parejas les ha dado tiempo a enamorarse en ella) xxxxxx marca la línea de máxima dificultad, con una pendiente máxima de alrededor del 35/40 %. A partir de ahí, es posible trazar a ambos lados, pero es un terreno muy ratonero, con muchas trampas, rocas sin buenas recepciones, árboles que impiden la visibilidad, zonas de sombra con placas de hielo, etc.
En resumen, un terreno muy técnico, al que se le sumaban unas condiciones de nieve especialmente difíciles, ya que cambiaba mucho desde el polvo en la zona superior hasta la nieve primavera de abajo. Esto hacía que la bajada, de unos 300m de desnivel, fuera también muy física. Los riders acabaron literalmente agotados tras unos minutos de esquí muy exigente.
Junto a un grupo de amigos del Klub, nos ofrecimos voluntarios a colaborar como ayudantes en el evento. Nuestra misión era permanecer arriba, junto a la salida (lo cual era un poco fastidio, porque nos impedía ver bien las líneas de los chavales) y salir en disparados para abajo en caso de que alguno cayera y perdiera el material por el camino.
A pesar de perderme esas bajadas, la parte positiva es que pudimos vivir en directo, por un lado, cómo cada chica/chico lidiaba con su tensión personal (nervios, tensión) y, por otro, el espectacular ambiente de compañerismo que se vivía, en el que todos se animaban a todos, se gastaban bromas, se informaban de la situación de las rocas, el estado de la nieve, etc. Esquí y snow, chicos y chicas, todos formando un grupo entorno a una misma pasión.
De la prueba apenas tengo fotos, pero os puedo dirigir al web de la organización: http://bit.ly/2mvI93P
Afortunadamente no tuvimos que asistir a ningún rider, a pesar de que hubo muchas caídas, todo se desarrolló sin incidencias, los riders recogieron ellos mismos su material y consiguieron llegar a meta por sus propios medios.
Mi chaval pequeño, el más benjamín de la prueba (acaba de cumplir los 14 años) fue uno de los que cayó. Bajó muy fuerte, por la línea de máxima pendiente… tanto que en uno de los giros le saltó la fijación y se quedó sin un esquí xxxxxxxxx. Lección aprendida: antes de salir a la montaña, hay que revisar el material uno mismo.
Los jueces tuvieron mucho trabajo, había mucha calidad en esas líneas.
Tras el evento, AramónCerler preparó para todos los participantes un menú en la BBQ del Ampriu, muy necesaria en esos momentos. Algunos de los riders no perdieron el tiempo, y se fueron directos a seguir esquiando, unos a hacerse líneas en las faldas del Cibollés y otros, a disfrutar el estupendo snowpark.
En la ceremonia de premios el éxito de los riders locales fue abrumador. A pesar de ser todos habituales de la estación, la mayoría no había bajado apenas alguna vez por esa zona. Sin embargo, parece que se les dio bien. 1er y 3er puesto en Snowboard, 3er puesto en esquí femenino y, mi gran regalo, mi hijo Arturo quedó primero en esquí masculino ;-)
Los más peques del Radical Kids Klub no perdieron la ocasión para hacerse una foto en el pódium. ¡Hay cantera!
Al final, alegría y buen rollo por todo lo alto de organización, estación y clubes.
Aquí os dejo un vídeo resumen de la organización:
Gracias a todo el personal de AramónCerler, y al equipo de El Dorado Freeride por hacernos pasar un fin de semana inolvidable, viviendo la esencia del esquí… Porque como dice nuestro gran José Felix Martinez, ¡la vida es un freeride!