Este reportaje no tendría nada de peculiar ni atractivo si no fuera por la fecha de la que trata.
Era 1 de Noviembre y como muchos fines de semana nos encontrábamos en el Valle de Benasque, los partes meteorológicos en esta ocasión no fallaron y estábamos inmersos en un fin de semana lleno de lluvias y frío, por lo que sabíamos que a no demasiada altura se trataría seguramente de nieve.
Después de estar casi todo el finde metidos en casa viendo llover sin parar hacíamos cábalas y apuestas de si el siguiente finde podríamos ponernos las focas y andar un poco por la nieve.
A lo largo de la semana vemos fotos e información del impresionante estado en que se encontraba la estación de esquí de Cerler, así que decidimos quedar el sábado en el parking del Ampriu para subir a Gallinero y aprovechar las trazas de las máquinas para bajar.
No nos lo podíamos creer, la nieve lo tapaba todo, nos teníamos que pellizcar para creernos lo que estábamos viendo.
Empezamos la marcha sobre las 11 de la mañana y rápidamente fuimos ganando metros hasta llegar a La Colladeta, allí nos encontramos con unos ilustres foreros de Cerler que habían madrugado un poquito más y descansaban del esfuerzo que suponía haber llegado hasta allí, después de saludar y alucinar con el estado de la nieve reanudamos nuestra marcha hacia el Pico Gallinero
Subimos por la pista negra de Marmotas, decir que la foto no hace justicia a la inclinación de estas palas.
En la llegada de la silla del Gallinero.
Aquí Carles decidió esperar a unos colegas que venían por detrás para acompañarles a la cima del pico, Jesús y yo nerviosos e invadidos por la ansiedad de una gran bajada nos pusimos en marcha rumbo a la parte alta de la canal ampllia para ver en qué estado se encontraba la nieve sin pisar.
Las prisas no son buenas consejeras e intentando hacer una diagonal con bastante pendiente y nieve resbalaba hasta el punto que me era imposible ascender, así que después de un buen rato haciendo el canelo decidí quitarme los esquís y subir haciendo escalones con las botas.
Impresionante Castanesa
Jesús con la bajada que nos esperaba hasta llegar al parking
Empieza para nosotros una de las mejores bajadas que se pueden realizar fuerapista dentro del dominio de una estación
Inmensas palas de nieve polvo sin trillar
En estas palas hicimos pruebas de la estabilidad de la nieve para evitar posibles sustos y viendo que había cierto peligro de provocar un pequeño alud, cambiamos la traza para buscar lugares más seguros.
Ha sido un fin de semana genial, en Cerler se respiraba un aire triunfal se podían ver las caras de felicidad y escuchar los relatos de una jornada increible, numerosas fueron las personas que pudieron disfrutar de la montaña y la nieve en unas fechas que no estamos acostumbrados a hacerlo. Seguro que para muchos de nosotros perdurará en el recuerdo muchísimos años.
