Fin de semana de condiciones perfectas
Sábado de sol, frío, sin viento y con 2,4 m de nieve (más de 1,4 m de nieve fresca). Un fin de semana al más puro estilo alpino, donde no contaban los kilómetros lineales de pistas, sino los kilómetros cuadrados de la estación. Como anécdota, al final del día algunas pistas todavía conservaban las marcas de la máquina y fuera de pista no quedaba un palmo sin trillar.
Siempre tengo la costumbre de subir con varias tablas para elegir la que mejor se adapte a las condiciones. Esta vez solo llevé una: la superespecífica para polvo Arbor Cask. Debo decir que, de todas las tablas que he tenido, es la más cara y al mismo tiempo la que menos he podido usar en estos 4 o 5 años que hace que la tengo, pero días como este fin de semana compensan temporadas enteras sin poder sacarla del armario.
El sábado fue el día perfecto para aprovechar todas esas zonas que siempre están inaccesibles, desde las clásicas de Puigfalcó (Vista Taüll, Vista Aneto, Raspes Roies y Cerví), hasta las canales que descienden del Tuc del Muntanyó hacia el viejo telesilla de Llevata. Para la última bajada del día, el Pic de la Pala Ginebrell (Vaques) hasta el parking superior, por fuera del dominio esquiable, con el polvo más profundo de la estación. Qué bonita es esta estación y cuántas posibilidades tiene en días como estos… Día perfecto.
El domingo amaneció más cerrado, con visibilidad variable, pero con la gran noticia de que estaba operativo el servicio de freeride bus desde la curva de Sant Martí (final del valle de Moró). Como no había nevado, el 90% del dominio esquiable estaba destrozado del día anterior, así que mi objetivo pasó a ser encontrar una ventana de buena visibilidad para descender Moró por primera vez.
Mientras el día no se despejaba, aproveché para remontar una parte de la Pica Cerví de Durro en busca de alguna línea limpia para dejar huella. Tras 15-20 minutos de subida con la tabla a la espalda, encontré una línea corta pero muy disfrutona, con muchísima nieve que valió el esfuerzo (quiero agradecer a la persona que abrió huella, ya que me facilitó muchísimo la subida). Finalmente, sobre las 12 de la mañana, el sol se apoderó del cielo y fue un momento de ahora o nunca: Exprés, Roies y Puigfalcó.
En este punto quiero hacer un inciso para explicar la emoción que sentía en ese momento. Con 12-13 años (hace unas 15 temporadas), estaba a punto de descender Moró por primera vez con mi monitor de confianza, pero se nos cerró el día estando ya en Puigfalcó y tuve que conformarme con bajar Vista Taüll. Desde ese año, cada vez que he subido a esquiar, he mirado la curva de Sant Martí pensando: "Algún día...". Pero para los que no vivimos allí arriba, pillar el finde es una lotería que pocas veces toca. Este finde tocó el gordo.
Bajé siguiendo Collbirrós hasta la entrada "fácil" al valle, la que queda justo debajo del Bony de la Redona (la entrada hardcore está siguiendo recto en la primera curva de Collbirrós dirección a la Passada de Moró). Llevaba el track en el Garmin por seguridad, aunque con las múltiples marcas que había era imposible perderse.
Con la emoción de un niño de doce años y la adrenalina disparada, me lancé. A partir de aquí, me limitaré a explicar el recorrido, porque la sensación no se puede expresar con palabras...
La primera parte se ve desde arriba y recuerda bastante, en cuanto a dificultad y estilo, a un Vista Aneto o Vista Taüll. Hay que tener siempre en mente la trazada, ya que no es una pista preparada y, si te quedas sin velocidad con tanto polvo, puedes tener un problema. Aun así, la pendiente es pronunciada en la mayor parte de la bajada.
Consejo: ante la duda, tirar siempre hacia la izquierda para no perder altura demasiado rápido.
Una vez pasada esta primera sección, el valle gira a la izquierda y poco a poco van apareciendo los primeros árboles, que se van cerrando en un bosque bastante espeso, aunque esquiable. A unos 2000 m, se encuentra la parte más técnica: un pasillo sin árboles de unos 3 metros de ancho, donde hay que bajar con giros cortos obligados hasta encontrar el camino.
Una vez en el camino, solo queda perder los últimos metros y digerir los más de 1000 metros bajados fuera de pista.
Supongo que para quien vive cerca y tiene la suerte de poder esquiar los días "10" de cada temporada, este fin de semana ha sido uno más. Pero para los que planificamos las esquiadas mirando previsiones a 10 días vista y cruzando los dedos, ha sido espectacular… Cierre de temporada perfecto.
PD. Disclaimer de seguridad
Este finde ha sido excepcional en cuanto a condiciones de nieve, meteorología, etc. Esto permitió descender Moró con más gente en la montaña y unas condiciones de seguridad muy superiores a las habituales.
No recomendaría nunca hacer esta bajada sin ARVA, sonda y pala, en solitario y, mucho menos, desde las entradas más duras al valle de Moró.
El nivel de dificultad de la bajada es solo un factor más, que se suma al hecho de estar en un valle sin cobertura de ninguna compañía (no funciona el 112) y donde el más mínimo problema se puede convertir en un problemón.
Adjunto los links de Strava con algunos vídeos y fotos:
[
www.strava.com]
[
www.strava.com]
brutal.....
. Saludos!
Aún así, mereció la pena.
