Estoy completamente de acuerdo con vosotros chicos.
Hay que buscar la necesidad de cada alumno para que la motivación sea efectiva. De nada serviría motivar al alumno diciendo que al aprender lo que le enseñamos irá más rápido si no le gusta la velocidad, o animar a un niño poniéndonos a cantar innumerables canciones infantiles sí al crío no les gusta cantar (aveces creo que lo hacemos más por recordar nosotros mismos nuestros años de niñez).
Yo aprendí de mayor, buenoooo, mejor dicho, no de niña, y todavía recuerdo mis sensaciones y mis miedos. Por eso me es más sencillo ponerme en el pellejo del alumno. Cuantas veces les decimos que no se tiren, que aunque parezca que se van a caer tienen que intentar mantenerse en pié, porque sí se tiran no hay más remedio que levantarse y sí no se tiran es posible que no acaben en el suelo.
Pero yo recuerdo cuando me sentía sin dominio de mis piés y de mi cuerpo, me movía sin quererlo y al ver a la gente a mi alrededor, parecía que los iba a arrollar y me tiraba, daba igual que estuvieran a 40 metros de distancia
.
Por eso creo que una de nuestras tareas principales es conseguir, de todo alumno, que se sientan seguros para poder encontrar su auténtica vía de motivación. Sí no conseguimos primero que se encuentren tranquilos y seguros, se pasarán toda la clase mirando a ver quién viene por arriba, a quién se van a llevar por debajo, en la roca que se les pone en medio, en el arrastre que les tiene manía...
Con los críos se trata de hacerles ver que no eres un completo extraño, la mayoría de los nenes pequeños que toman clases no son "independientes", sus padres los dejan forrados de ropa, con unos zapatones en los pies, unos guantes con los que nos se encuentran los detitos y lo peor aún, con un gigante desconocido. En el rato que dura una clase no se trata de conseguir la amistad del nin@ (aveces sí), pero sí que no te tengan por un desconocido, que se sientan seguros contigo para que no se pasen toda la clase semi-autistas y buscando por todas partes rastro de sus papis, o lo que es peor, llorando a voz pelada como sí de una ambulancia se tratase
Creo que a todos nos ha pasado alguna vez, el resto del mundo te mira como sí estuvieras torturando a la criatura que parece que se vaya a deshidratar de tanta lagrimera.
Una vez conseguido esto... podemos encontrar sin ningún telón por medio, la verdadera necesidad del alumn@.
Más adelante más, a sacar truquitos todos, ha convertirnos todos en peazos profes, me refiero a más todavía.
Chaaaaaaaaaooooooooo
Editado 1 vez/veces. Última edición el 13/08/2007 11:33 por mundonieve.