A mí, por estas 9 razones:
1- Por las Endorfinas:
Las endorfinas son pequeñas proteínas producidas en una pequeña glándula que esta ubicada en la base del cerebro y que nos hacen ser felices. Cuando hacemos deporte y también cuando estamos en cotas altas (cuanto más arriba más se oxigena nuestro cerebro) esta glándula es estimulada, produciéndose endorfinas en el organismo, las que van a actuar sobre los receptores que causan analgesia, además de producir un efecto sedante similar a los que genera la morfina, un opiode exógeno bastamente conocido por estas mismas propiedades. Es por esto que las endorfinas son consideradas nuestros opiodes endogenos, es decir producidos por nuestro organismo. Esquiando en las montañas, recibo altas dosis de esa rica autodroga.
2- La compañía:
Los habituales de San Isidro y de Fuentes de Invierno (entre semana) nos conocemos desde hace muchos años. En las montañas he hecho muchos y grandes amigos. Compartimos la misma pasión, el mismo placer. Compartimos muchas horas de goce juntos, mucha adrenalina, ... somos camaradas, compañeros... somos adictos a disfrutar juntos de lo mejor que uno puede hacer (con la ropa puesta) en esta vida.
3- El entorno:
Estar en las montañas nevadas, en comunión con majestuosos paisajes. Integrarse en la salvaje y primitiva naturaleza apenas ensuciada por la civilización (soy freerider). Mirar a un lado, a otro y contemplar la inmensa belleza de mi adorada cordillera cantábrica, es algo que ni el jeque más multimillonario puede comprar por muchos petrodólares que tenga.
4- Las fotografías:
Desde que era un adolescente, siempre me ha encantado hacer fotos; hacerlas en la nieve, retratar a mis amigotes levantando powder sobre inmaculadas palas, es algo que me llena. Me llena mucho. Cuando al llegar a casa las paso al portatil, cuando las edito, uhmm, es casi tan bueno como estar arriba gozando.
5- Hacer bonitas líneas:
Buscar y encontrar una línea limpia en la que dejar una preciosa huella sobre la nieve virgen produce una sensación que ningún idioma tiene palabras con las que describirla fielmente. Es tan difícil como intentar contar con palabras cómo es un orgasmo. Y aporta casi tanto placer.
6- Es saludable
Respiras aire puro, lo que agradecen los pulmones. Haces deporte, fortaleciendo los músculos. Y si además, como en mi caso, es el único ejercicio que practicas, esquiar te pone en buena forma y compensa en gran medida el maltrato con el que la ajetreada vida moderna castiga al cuerpo.
7- La sensación de libertad:
Esquiando no hay jefes, ni normas (salvo las elementales de supervivencia y de respeto al medio y a los seres vivos). Esquiando solo piensas en lo que estás haciendo. Esquiando nadie te impone sus ideas ni condiciona tu comportamiento. Esquiando te sientes libre como un pájaro. Esquiando eres más libre que el ave de la canción de Nino Bravo.
8- El buen rollito que te rodea:
Arriba, en las montañas, disfrutando de la nieve, apenas hay malos rollos. Hasta las personas más bordes y hurañas dejan de molestar y de quejarse por todo. Es muy difícil protestar y gruñir cuando estás gozando de los placeres que aportan la nieve y las montañas. Predomina el buen rollito, las risas. Todos contentos y felices. Conscientes de ser unos privilegiados por poder estar gozando de la nieve. Buen rollo. Sí señor.
9- Lo bien que te quedas al acabar:
Ese divino cansancio que se tiene al acabar exhausto una buena jornada de esquí. Esa sonrisa de idiota que no puedes borrar y que te acompaña durante la vuelta a casa. Me encanta. Por muy machacado que te encuentres, sarna con gusto no pica. El gusto de echar el pitillito “de después”... Me encanta.
y a ti... ¿por qué te gusta tanto esquiar????
Editado 1 vez/veces. Última edición el 06/02/2010 01:39 por asisa.
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