Recuerdo que hace poco menos de seis meses, presos del mono, decidimos ir a Peñalara para abrir la temporada.
Aquel día lo pasamos en grande y la nieve abundaba de tal forma que pudimos bajar hasta Cotos esquiando. Ayer la situación era muy diferente a la de noviembre. El calor de abril hizo estragos y la cantidad de nieve que queda es más propia de primeros de junio.
La verdad es que me hubiese gustado cerrar la temporada con algo más de nieve, pero un esguince de tobillo me lo impidió, así que he tenido que subir "a ver lo que había quedado para mi". Voy por la zona de Cinco Lagunas, está todo precioso.
Baja mucha agua de la parte alta.
Hacia Cabezas de Hierro se ve también muy poca nieve. Nada esquiable.
Estado del tubo Ruau, ya imposible de bajar en su totalidad.
Lagos totalmente descongelados, y eso que aquí ha habido este año mucha nieve.
Zona Claveles, algo se puede hacer pero voy a otro sitio.
Tomo un atajo por un tubo sin nieve para llegar más rápido a los Claveles.
Y llego a la cima. Mi objetivo está muy cerca del pico en dirección hacia Cotos, no conozco el nombre del corredor, pero está bastante encajonado. La bajada da hacia el Sur, y lo que queda de nieve continua me da para unos 500 metros de bajada.
Me pongo las botas y calzo los esquís, el sonido de la fijación al encajar me produce una sensación de placer. Los guantes y el forro polar me los pongo casi por protocolo. La verdad es que chocan con mi pantalón corto pirata. Para empezar una pequeña cornisa, la nieve está transformadísima.
Primer giro y empiezo a ver que no va a ser un descenso fácil. Bajan coladas de nieve por todas partes.
Este tramo si que estaba divertido
Me voy acercando al estrechamiento, cuidadín!
Menudo ambiente, yo solito entre dos paredes enormes de roca. La sensación desde abajo es tremenda.
Me paro en medio del estrechamiento porque la cosa está más justa que lo que se veía desde arriba. Delante tengo un tramo de tres metros de ancho y en la parte derecha aparece una especie de rimaya separada de la roca y con una profundidad de más de cinco metros (sin exagerar). Si me cuelo tienen que bajar con escalera a por mi, así que prioriza la seguridad sobre la diversión.
Al final consigo pasarlo y una vez se abre el corredor disfruto de los últimos giros de la temporada en el Sistema Central. Alguno dirá que estoy un poco enfermo, pero disfruté como un niño.
Un saludo para todos.