UFFFFFF. No puedo más.
Voy a caer redondo.
Vaya día chicos.
Salida a las 6.10, regreso a las 8.10.
Han sido 14 horas fantásticas. No se le puede pedir más a un día, desde luego.
Si os soy sincero os diré que es el día que más he sufrido esquiando. Además creo que es una sensación que compartirán todos los compañeros de aventuras.
Sensación de la que nos resarcíamos en la silla (vaya ataque de risa, Guille), y es que Paco tiene merecido el título de "campeón del mundo de telesilla, en estilo libre".
Es cierto que todos comimos nieve. Que no os engañen, el único, incomparable e inimitable (ni ganas, nen), fue el magnífico tortazo de Guillerski.
Se disponía a abordar la penúltima pala de Bolage, (sí, esa que tiene un pelín de pendiente), a su puro estilo, enchufadísimo. Íbamos el Jones y yo bajando por delante, con cuidadito, derrepando cada veinte centímetros, cuando se oyó algo parecido a un oooeeeaaaaa (o yo qué sé), y al girar la cabeza percibimos un bulto sopechoso con un solo esquí sobrevolando nuestras cabeza en dirección a los pinos... No sé como lo hizo para caer a plomo sobre la pendiente y deslizarse ni un metro, cuando el pino de al lado ya le decía "vente pacá, pillín". Menos mal.
Fue la primera caída del día. He de reconocer que después de ésto, nos reunímos el resto de los foreros y acordamos caernos cada uno al menos una vez - "Venga, por Guille", era la consigna. Todos cumplimos. Ian, en un alarde de generosidad, nos obsequió con un buen número de caídas de toda suerte. Chuch, en cambio, animalito empático como pocos, decidió ir más lejos... en un gesto fugaz, se despojó de sus alas, bueno en realidad de sus esquís, para ser preciso del derecho, y se dispuso a abordar la misma pala que Guille, al grito de "va por tí, teteeee!!". El resultado: cayó a plomo, como Guille, pero en esta ocasión aplastando su torso contra el blanco elemento.
Después de este increíble gesto humano (nigún otro ser habría sido capaz de realizarlo), decidimos, obviamente, dar por finalizada la jornada.
AHHHHH. No puedo más. Y me dejo en el tintero a alguno adherido a una estufa, a otros en gallumbos en el coche (¿o no?), y alguna cosilla más.
Un saludo.