Personalmente, creo que se está hablando desde dos apartados diferentes, pero ambos dentro de lo que se puede considerar 'servicio', que en este caso es de clases de esquí.
Por un lado el acceso a la contratación de un servicio sea por teléfono, correo electrónico o por otro medio y por otro lado a la prestación del servicio en sí.
No dudo de la calidad y la profesionalidad de las clases y de quienes las imparten y estoy totalmente seguro que habrá gente guapa de ambos sexos
, pero lo que creo que también está claro es la deficiencia en su acceso y tan importante es lo uno como lo otro.
A un cliente/usuario no le sirve de nada si una empresa por muy bien que preste un servicio, no es que no pueda tener acceso a el mismo sino que no obtiene información alguna del por qué no puede hacerlo.
Eso provoca frustración y consiguientemente mala imagen, y por un detalle que se puede suplir facilmente con un contestador automático tanto telefónico como de e-mail en el que se indique la situación de saturación y se pidan disculpas por el mismo, se llega a situaciones como la que ha generado este post en el que se mezcla la calidad de las clases con la deficiencia en el acceso a la misma.
Por ello, el servicio no es tan OK como se comenta, porque el acceso al servicio es tan importante o más que el servicio mismo y dentro de su plan de calidad deberían de crear una no conformidad que diese origen a una acción correctora.
Por otro lado, en toda encuesta de satiscacción del cliente, siempre hay varias preguntas referentes a la facilidad del acceso al servicio, yo por lo menos en la empresa sí que la incluyo.
Al hilo de ésto hay dos dichos, 'murieron de éxito' y 'no hay que ser bueno sino también aparentarlo'.
Creo que tienen fácil la solución.