Yo haría varios incisos en la contratación de un curso:
primeramente, individual y a continuación por el tiempo necesario
diariamente.
A poder ser entre semana y con buen tiempo
.
Y tener las prisas justas en la progresión, siendo esta lo más pedagógica
y práctica posible.
La progresión en el esquí debe ser como la del pan:
fermentar lentamente, amasar con esmero y hornear sin que se queme
o suba demasiado rápido.
Así saldrá un esquiador y un pan en su punto justo.
Y en España hay muy buenas escuelas con buen profesorado.
Luego queda la suerte de dar con alguien que te lo transmita adecuadamente,
que los hay que esquían muy bien, pero para ellos mismos.
uno menos para el final
