Buenas tardes Carolo. Me gustaría hacerte una pregunta a caballo entre el material y la técnica:
En los descensos más pronunciados y en aquellos tramos en los que había montículos de nieve (los que acertadamente nos recomendabas "cortar"
noté cierto bailoteo de mis pies dentro de las botas. Éstas estaban en mi opinión suficientemente atadas, firmes pero sin que se me durmieran los pies, no obstante en las condiciones antes descritas notaba el mencionado bailoteo.
Se me ocurren dos explicaciones sin tener que pasar por atar más fuerte la bota: una sería que mi peso no estuviese correctamente centrado sobre las tablas (problema de falta de una correcta técnica), y la otra, que el botín de la bota o la propia forma de la carcasa de estas no sea la adecuada a la morfología de mis pies.
Las botas tienen ya tres temporadas, y son de gama media. He leído que con el uso, el material acolchado del botin iba perdiendo su grosor, envolviendo peor los pies.
¿Sería recomendable que me compre unas nuevas botas que tengan el botín termoformable? ¿Merece la pena pagar algo más por esta tecnología?
También he leído que cuando el botín se asienta con el uso, se puede poner un calcetín (con la puntera y talonera cortados) alrededor de aquél con el propósito de que vuelva a ser envolvente. Creo que es una buena idea, si bien me da la sensación de que lo que ganamos en sujección del pie al botín, lo perdemos entre el botín y la carcasa. ¿Qué opinas a este respecto?
Gracias por adelantado