Yo intenté empezar con el snow a los cuarentaytantos...y se quedó en el intento. La verdad es que me gustó muchísimo y me divertí como una enana, pero, de repente, las pistas verdes parecían negras y los esquiadores bajaban como misiles. Y el suelo estaba DURO, DURO, DURO.
Por ahora, me he rendido, pero no renuncio

Volveré!
Esquío desde pequeña y, si comparo, veo que el aprendizaje de un adulto es diferente. De entrada, el adulto es más consciente del peligro. Es decir, tiene miedo de las lesiones y lo que de ellas se deriva (¿cómo vuelvo a casa conduciendo con una pierna rota? ¿cómo iré a trabajar? etc.)
El niño aprende por imitación, es como un mono: le basta con mirar. El adulto necesita racionalizarlo todo y recibir consignas claras y argumentadas: el peso aquí por eso y aquello, mira hacia el lugar al que quieres ir porque si miras al obstáculo, acabarás encima, etc.
Así que mi consejo es ese: no es tarde para que aprendas y te diviertas, por supuesto, pero es mejor que te enseñe un profesor y tengas mucha paciencia.