Querido Rafa, estás pegao. Las suelas vibram que nosostros conocíamos no tienen nada que ver con las que te hablan en las respuestas. Lo de "vibram" es el tipo de goma de la suela del gato, que es totalmente lisa, pero muy adherente.
Como yo he pasado también por tus problemas, te diré que la gente maneja ahora un concepto de escalada totalmente distinto al nuestro. Para nosotros caerse era lo último; ahora no. Para nosotros, pillar una presa al vuelo, era pecado y signo de ser un mal escalador a pique de darse la leche; ahora eso es una técnica de dificultad y le dicen "un lanzamiento dinámico". Y así podría seguir un largo rato. Yo, que nunca he sido un atleta, aprendí a escalar con los pies, y me imagino que tú también, aunque tú eras y seguirás siendo más cachas. Ahora la gente utiliza mucho los brazos, en presas grandes y en chicas, tal vez porque los pies de gato tienen la suela muy flexible. Nosotros en cambio aprovechábamos la rigidez de las suelas para impulsarnos sobre minúsculas presas (regletas, garbanzos, les dicen ahora), cargando el peso en la punta de los pies, para despegar el cuerpo de la roca y reservar los brazos; ahora se cantea con los pies de gato, lo que fuerza más los brazos.
Para escalada clásica, es mejor creo yo, seguir manejando los esquemas que nosotros aprendimos. Por eso te recomiendo un pie de gato cómodo, con el que puedas estar varias horas en la pared. Antonio José Herrera (tal vez tú lo recuerdes como "El Andújar"
, cuando yo me vi hace unos años en tu mismo problema de comprarme unos pies de gato, me recomendó el modelo Assan de Boreal, que es específico para clásica, (ahora dicen "polivalente"
, cómodo, con la suela ligeramente rígida, y con el que medio se puede andar. Sé que Boreal tiene otro modelo más caro, que en lugar de zapatilla es bota, con los tobillos protegidos, pero no lo he probado.
Vete a la tienda y pruébatelos a conciencia, derecho e izquierdo, que tenemos los pies distintos. Los pies de gato son fastidiosos de escoger, porque si te quedan pequeños es el martirio de la bota malaya, y hay por ahí gente que se ha quedado coja (no exagero) por usar pies de gatos pequeños. Si te quedan grandes, malo también porque se te salen y das resbalores en la roca como si pisaras aceite. Es difícil atinar con el tamaño y el modelo justo. Yo tuve que desechar unos después de ponérmelos dos veces porque me mataban; afortunadamente le vinieron bien a mi hijo.
Yo prefiero los de cordones, para clásica que es lo que yo hago de vez en cuando, a los de velcro.
De todos modos te digo lo que decíamos en los cursillos de la ENAM, se escala primero con los ojos y con la cabeza. Ánimo y al toro. Yo que no paso del V, a duras penas, me lo paso pipa.
Un abrazo.