PAYOLLE
Payolle se sitúa a 1.100 m de altitud, al pie del Col d’Aspin. El lugar es, en esta zona, menos abrupto que en La Mongie, abetos y claros, lomas y laderas suaves muy apropiadas para el esquí de fondo, otorgan al paisaje un aspecto más propio de los Vosgos o del Jura.
Debido a su poca altitud, Payolle pierde la nieve bastante rápido, por lo que se deben elegir, preferentemente, los meses de invierno para acudir. 20 km de carretera cómoda y limpia de nieve, separan Payolle de Bagnères de Bigorre. Por el momento, la estación no dispone de instalaciones mecánicas, resultando sobre todo un centro de excursiones y paseos sencillos.
Caben destacar los siguientes descensos: Col d’Aspin, Hourquettes de Arreau y de Ancizan (1.520 m), Plat det Nau (1.758 m), Le Monné Rouge (1.755 m), Coste Oeillère y los Cuatro Vésiaux (2.426 m), el Pico de Aulon (2.736 m), el Montfaucon y el Arbizon (2.831 m). Estas tres últimas cumbres presentan dificultad y requieren una amplia experiencia en montaña.
Henri FAVRE
LA MONGIE
A 4 km del Col del Tourmalet, en su vertiente Este, se encuentra el centro de deportes de invierno de La Mongie. Es este lugar, las fuentes del río Adour forman una cuenca muy abierta, rodeada de cumbres que culminan entre los 2.300 y los 2.700 m de altitud.
Situada a 1.740 m de altitud, La Mongie tiene una temporada de innivación particularmente larga para los Pirineos, de noviembre a mayo. Las laderas se caracterizan por su amplitud, soleamiento, variedad y ausencia de peligro. Las lomas que rodean el lecho del Adour permiten a todo el mundo progresar cómodamente. Como no hay árboles ni obstáculos, los ases del esquí pueden hacer “schuss” impresionantes mientras que los menos habilidosos, como los debutantes, pueden enlazar virajes y diagonales tímidamente sin riesgo y dejarse caer sin miedo.
A La Mongie se accede por la carretera nacional N-610, de Bagnères de Bigorre al Tourmalet, que se mantiene limpia de nieve en invierno.
A día de hoy, La Mongie posee las siguientes instalaciones mecánicas:
1.- Un telesquí Poma de 600 m de longitud y 206 m de desnivel instalado sobre la ladera Norte del Pain de Sucre.
2.- Un pequeño telesquí de 60 m de desnivel, sistema Poma, para niños y debutantes, situado en la ladera vecina a la nombrada.
A la derecha, los dos telesquís
3.- Un teleférico de 560 m de desnivel desde La Mongie al Pico de Taoulet, con doble cabina de 30 personas. Este teleférico no es sino el tramo inferior (el único abierto al público) del teleférico de 4 km que une La Mongie con el Observatorio Físico del Pic du Midi de Bigorre (2.877 m)
Por encima de la estación de salida del teleférico, a la derecha, se aprecian los dos telesquís.
Desde la cima del Pico de Taoulet (2.340 m), se le ofrecen al esquiador una gran variedad de pistas. La roja es la más rápida, la azul para los debutantes, la violeta para esquiadores confirmados y finalmente la amarilla, que es la más larga y deportiva. Tiene 1.100 m de desnivel y unos 3 km de longitud y desciende al pueblo de Artigues, en la carretera N-610. Esta pista amarilla, tiene también una variante muy interesante que, tras una sucesión de curvas, nos devuelve a La Mongie, o por el centro de transformación o por el chalé del Club de Esquí Bigordano.
Pistas con acceso desde el teleférico
Este conjunto de remontes mecánicos, que podrá fácilmente ser aumentado en un futuro, permite en su estado actual la práctica agradable del esquí de pista en condiciones y variedad suficientes, y de aprovechar sus recorridos en función de la calidad de la nieve, puesto que las pistas de La Mongie ofrecen una gran diversidad de orientaciones. De esta forma, podemos disfrutar de condiciones primaverales en enero e incluso, a veces, en diciembre, sobre el Taoulet y disfrutar de nieve polvo en la cara Norte del Pain de Sucre.
Pero La Mongie no es sólo un centro de esquí de pista. Son muchos los atraídos en primavera por las numerosas excursiones de media montaña que se pueden realizar fácilmente en una mañana. Sólo citaremos las cumbres: 4 Thermes (2.710 m); Coume Loungue (2.400 m); Pourteilh (2.500 m); Lagos de Grésiolles y de Caderolles, etc. También es posible llegar a la estación vecina de Barèges partiendo del Col du Tourmalet por un descenso de 12 km sin notable dificultad.
La Mongie no es un pueblo de montaña. Hace no tantos años era únicamente un enclave del municipio de Bagnères de Bigorre, con algunas cabañas de pastores y aún hoy en día el equipamiento hotelero es bastante modesto. No obstante, el esquiador encontrará un hotel confortable, l’Ermitage, y tres hostales sencillos pero adecuados. Esta situación está destinada a ser mejorada por la puesta en marcha por parte del ayuntamiento de Bagnères de Bigorre de un plan de urbanismo, y hay prevista la construcción de nuevos edificios de cara al año que viene.
Los esquiadores pueden hospedarse fácilmente en Bagnères de Bigorre (hay servicio de autobús), localidad distante solamente 25 km que les ofrece todo el confort de una estación termal. Esta solución es particularmente buena en primavera, cuando la carretera limpia de nieve permite que los coches circulen fácil y rápidamente sin necesidad de cadenas.
En el conjunto de la cadena pirenaica, La Mongie tiene una fisionomía muy particular, debido a su nieve abundante, su altitud y su excelente soleamiento. Es, sobre todo, una estación de primavera. Algunos domingos de marzo y abril, todos los esquiadores del Pirineo se concentran en sus laderas. Este centro es aún joven y modesto, pero creemos que tiene frente a sí una buena perspectiva de futuro.
Henri FAVRE
BARÈGES
EL EQUIPAMIENTO DE BARÈGES
Si Barèges ha desempeñado desde su origen un rol importante en la evolución del esquí pirenaico, su notoriedad en el ámbito nacional es, en cambio, bastante reciente.
La pasión deportiva de sus habitantes, de la que François Vignoles fue su principal embajador, ha sido, durante mucho tiempo, el único elemento que ha suplido una falta notoria de instalaciones, debida a una situación administrativa tan original como anacrónica.
A partir de 1947, año en que Barèges se constituye como municipio, ha recuperado parte de su autonomía, y una política de grandes inversiones, fomentada por los trabajos de EDF (Electricité de France), ha permitido recuperar el tiempo perdido. Estas instalaciones, concebidas para servir del mismo modo las necesidades de obra como las del turismo y el esquí, serán adaptadas a su uso definitivo a partir de este año.
El funicular del Ayré será la más importante, cuyo desnivel ha sido llevado hasta los 770 m y su longitud hasta los 1.850 m. Con una capacidad de 260 viajeros por hora en cada sentido, dará servicio a las pistas de entrenamiento y de competición.
El funicular Barèges-Lienz-Ayré
Inicio de las pistas de descenso de l’Ayré
Para los amantes del sol y del esquí fácil, se está transformando el teleférico de La Laquette. Salvo imprevistos, podrá entrar en servicio antes de fin de año. Su único cable sin pilonas intermedias, de 1.450 m de longitud, eleva 450 m.A una velocidad de 6 m/s, transportará 240 viajeros por hora, tanto en subida como en bajada.
Descenso de La Laquette hacia el valle del Tourmalet
Área de esquí de La Laquette y Pico d’Iscy
De los arrastres en proyecto, sólo el de Lienz está hoy en día en servicio. Da acceso tanto a las pistas de debutantes como al gran trampolín de Lienz, una de las instalaciones más bonitas de este tipo, que permite los entrenamientos intensivos.
En cuanto al teleférico de la Glaire, que permitirá explotar en primavera los magníficos recursos del macizo de Neouvielle, las conversaciones para adaptarlo al tráfico público de viajeros están en marcha.
La capilla de Camp Rollot a la entrada del Valle de la Glaire
El macizo de Neouvielle, al que da acceso el teleférico de la Glaire
Estas son las actuaciones de estos últimos años en materia de equipamiento de esquí.
Dichas actuaciones se complementan con los trabajos de urbanización que ya han transformado la fisionomía de la estación. De ellos, el “Refugio” es la más reseñable, debido a su arquitectura tan discutida como poco anodina.
Panorama del macizo de Neouvielle desde la Glaire
Lo único que queda intacto en esta estación, más deportiva que social, es su ambiente cordial. Este ambiente sigue caracterizando este rincón de las montañas, en el que su aspecto rudo se diluye rápidamente en una hospitalidad acogedora.
Louis CAZAUX
GAVARNIE
Gavarnie es sobre todo un centro de excursiones y de turismo invernal. La cercanía de las bellas cimas del macizo calcáreo lo convierte en un destino ideal para el esquiador de montaña.
Brecha de Roland
Respecto al esquiador de paseo, las espléndidas murallas del famoso circo componen un marco admirable que ofrece breves recorridos por las zonas inmediatas. Pero no se debe esperar encontrar grandes descensos por pistas, ni muchos recursos hoteleros, porque sólo un hotel de pocas habitaciones abre en invierno.
A. Fillol
CAUTERETS
Nuestros lectores seguro que no habrán olvidado el artículo que nuestro amigo A.Fillol publicó en el número 120 del 15 de enero de 1.953, titulado “Marcadau, paraíso pirenaico”. A. Fillol ha sabido elegir en este valle de torrentes que es el valle de Cauterets, “el tesoro perfecto para el encanto de los esquiadores puros”. Pero, si bien el acceso al Marcadau no exige más que las cualidades de un deportista medianamente experimentado, la distancia relativa de este centro ideal no permite simplemente ir a pasar un domingo.
Por eso hemos pensado que muchos esquiadores estarían interesados en conocer las posibilidades que pueden ofrecer, la estación de Cauterets y sus entornos más cercanos, durante el invierno.
Cauterets, estación termal situada a 1.000 m de altitud, mantiene la gran reputación de sus aguas sulfurosas, a las que miles de bañistas vienen cada año, en verano, a recuperar su salud. Está situada en el corazón de un valle orientado Norte-Sur, rodeado de montañasque culminan entre 2.300 y 2.900 m y que lo protegen del viento.
La innivación en el pueblo de Cauterets comienza a finales de diciembre y finaliza en marzo, época en la que se registran más largos periodos de cielos despejados que en verano.
El acceso a Cauterets es fácil, al estar servida por autocares desde la estación de ferrocarril de Pierrefitte-Nestalas, por una carretera de 10 km, habitualmente limpia de nieve.
Cauterets fue una de las primeras estaciones que asistió al apogeo del esquí en los Pirineos, y albergó uno de los primeros concursos internacionales de saltos de esquí, organizado en 1.911. La instalación de remontes mecánicos que debía haberse acabado antes de la guerra, fue interrumpida por ésta. Actualmente se encuentra en vía de ejecución. Mientras tanto, el Club de Esquí de Cauterets ha adquirido dos telecuerdas, uno de los cuales se instala en el mismo Cauterets y el otro en el Pont d’Espagne-Clot du Marcadau, a 1.500 m de altitud. Dichos remontes, han permitido una enseñanza mucho más sistematizada del esquí, y en el Pont d’Espagne, donde la nieve , a menudo, dura hasta más allá del mes de abril, han facilitado la continuidad de la temporada de esquí, antes de la temporada de esquí de primavera, excepcionalmente bella en esta área.
Los remontes en proyecto son los siguientes:
1.- Telecabina en el Pont d’Espagne, para dar acceso a las laderas del Pic de Gaube (con un desnivel de 350 m), que funcione como telecabina turístico en verano para facilitar el acceso al lago de Gaube.
2.- Un segundo remonte al Cap d’Eras Blanques (1.900 m), cerca del Pico Monné (2.724 m), que permitirá esquiar desniveles de más de 1.000 m.
Mientras se espera la construcción del resto de instalaciones previstas, el valle de Cauterets presenta a la salida de la localidad, una serie de excursiones de esquí extremadamente atractivas.
Al Este de Cauterets, por encima de la ladera de Castabère, se encuentra uno de los telecuerdas que ha servido, tanto en los primeros desarrollos del esquí en los Pirineos, como para los primeros saltos de esquí (aún existe el trampolín que permite saltos de unos 25 m). Desde éste, se accede por un camino que en sus inicios es boscoso, y se atraviesa un llano a 1.500 m de altitud, a laderas carentes de obstáculos y orientadas al Oeste, que permiten acceder fácilmente al Col de Riou, a 1.950 m de altitud. Este collado comunica el valle de Cauterets con el de Luz, y el descenso por las laderas sencillas, hasta los primeros pueblos situados a algunos kilómetros de Luz (Grutz y Sazos), es de un interés incontestable.
Del Col de Riou se puede, por una arista hacia el Sur, llegar al Soum de las Aouillères (2.159 m), y más allá, hasta el Col du Lisey, donde se encuentra un pequeño chalé que pertenece al Servicio de Aguas y Bosques, pero del que se puede conseguir la llave.
Del mismo Plateau du Lisey, se pueden hacer unas excursiones interesantes hacia Peyre Aute y el Arriu-Né (2.575 m), que son magníficos miradores de ambos valles.
Otra excursión interesante, partiendo de Cauterets, y para esquiadores de nivel medio, es una que resulta un buen entrenamiento para esquí de fondo. Es la subida al lago de Estom (1.810 m) por el valle de la Fruitière.
Hay otros itinerarios de esquí que parten de esta misma pista, una de ellas sale a mitad de camino entre la Fruitière y el lago de Estom, con una subida fuerte al Refugio Russel (refugio extremadamente solitario a 2.100 m de altitud), también llamado refugio de Culaous y cuya llave está en casa de Poutz. Desde este refugio se puede ascender al Col de Culaous, a 2.670 m, y por una arista hacia el Sur, llegar (a veces descalzándose los esquís) al Soum de Culaous y el Castrède (2.947 m).
Desde este mismo refugio, también se puede llegar al Pic d’Ardiden (2.985 m), aunque hay que subir a pie y con crampones a partir de la brecha d’Ardiden (pourteou d’Ardiden) desde donde descender hacia la Fruitière por el valle des Agudes hacia el Norte. Es un itinerario excelente, pero muy delicado.
Si se continua más allá del lago de Estom, pasando la Hourquette d’Arraillé al Sudoeste, se puede acceder al valle de Gaube y descender a través de les Oulettes de Gaube frente al Vgnemale, para llegar hasta el lago de Gaube y el Pont d’Espagne, desde donde se desciende de nuevo a Cauterets.
Desde les Oulettes de Gaube, también se puede ascender hacia el Este por la traza continua del camino normal que se utiliza en verano, o por el glaciar del Petit Vignemale hasta alcanzar la Hourquette de d’Ossoue (2.370 m) y el refugio de Baysellance. A partir de aquí, se puede llegar con buenas condiciones de nieve y atravesando glaciar a la Pique Longue del Vignemale a 3.298 m de altitud.
Desde el mismo Pont d’Espagne, partiendo del llano das Pountas, antes de las últimas rampas que acceden a la hostería, se puede acceder por una subida, al principio empinada, pero más tarde suave, al valle de Labasse, que llega hasta el pie del Mayouret (2.700 m). En este punto se encuentra un pequeño circo desde el que se puede trazar una huella hacia las crestas de que lo rodean y que permiten maravillosas escapadas al valle de Lutour. También desde ese punto, y atravesando una brecha al Oeste del Mayouret, es posible descender al lago de Gaube y el Pont d’Espagne.
Independientemente, el itinerario de descenso más interesante desde ese circo es el que sigue las huellas de la subida hasta das Pountas, siendo un descenso precioso de 800 m de desnivel orientado al Norte.
En el caso de los itinerarios que van desde el valle de Gaube hacia el Marcadau, lo más recomendable es revisar el artículo de nuestro amigo A. Fillol que mencionábamos al principio, y por la misma razón, dejaremos de lado el conjunto de itinerarios que han sido tratados en el mismo.
Indicamos, pues, las excursiones que se pueden realizar al Oeste de Cauterets, y saliendo de la localidad. La más bella, de manera incontestable, es aquella que, partiendo hacia el Oeste accede al llano de Cambasque (1.300 m) y permite, una vez atravesado el río, ascender al pico Peyrenère y al Pic d’Eras Blanques a 1.900 m. Este último tendrá en un futuro acceso por un remonte mecánico (telecabina o teleférico).
Vista tomada desde el Soum d’Eras Blanques (1.974m) hacia el Sur. En el horizonte, el Vignemale. Abajo, el valle de Cambasque.
Desde el Soum d’Eras Blanques, cuyas preciosas vistas se asoman al valle de Ilhéou, el Vignemale, las montañas que rodean la localidad de Cauterets y todas las cumbres de la divisoria con el valle de Barèges, se puede atravesar una cresta fácil para acceder a la cara Este del Monne, desde donde se puede subir fácilmente a una pequeña plataforma situada a 2.400 m. Desde ahí se puede hacer un descenso extremadamente bello, atravesando la cañada del Cinquet, para llegar al llano de Cambasque (1.300 m) y de ahí hasta el pueblo de Cauterets (1.000 m).
También desde Eras Blanques se puede tomar el valle de Bourg Dessus y descender por sus laderas Norte, que tienen una innivación excelente en cantidad y calidad, hasta el Rio de Catarrabe, ejecutando así la circular del Peyrenère y volver a Cauterets por el paseo del Mamelon-Vert (Loma Verde). La pista, a la altura del Rio de Catarrabe, se junta con el itinerario de Cauterets al Cabaliros (2.333 m), que domina el pueblo por el Sur, y desde donde se puede descender, por su cara Norte y atravesando el valle d’Estaing hacia Argèles-Gazost. La innivación es a menudo buena hasta la cota 700 en enero y febrero. También se puede llegar a pie a Saint-Savin o Pierrefitte-Nestalas.
Partiendo desde el llano de Cambasque, que en sí mismo constituye un lugar perfecto que presenta pistas fáciles y excelentes, pasando por el refugio de Courbet, se lleca a la Cañada del Lys, que se presenta como una enorme concha cuya cima más alta es fácil de alcanzar (2.100 m). Desde esta cima, se continua hasta el collado d’Ilhéou (2.300 m) que comunica el valle d’Estaing al de Cauterets, y finalmente se llega la cresta de Lys para efectuar un maravilloso descenso de esta espléndida concha repleta de nieve hasta el valle de Cambasque, para llegar a Cauterets.
También se puede, desde el collado d’Ilhéou, alcanzar el lago Negro y el lago d’Ilhéou, dejando al Norte las crestas del Lys. El descenso desde los lagos a Cauterets sigue todo el valle de Cambasque.
Circo del Lys
En ninguna de estas excursiones existe un serio riesgo de avalanchas, siempre que las precauciones más elementales sean tomadas por los esquiadores. Muchos de estos descensos son realizables en una jornada y los aficionados del esquí de montaña podrán, ya por la tarde, encontrar en algunos hoteles que se mantiene abiertos todo el año, una restauración gastronómica excelente, con una hospitalidad sencilla pero confortable.
Todos aquellos que amen el esquí fuera de las pistas marcadas, y aquellos para los que el esquí en pura esencia sea la maravillosa fórmula de evasión de nuestro mundo moderno, sacarán provecho viniendo a Cauterets
.
Una vez que la instalación de remontes esté finalizada, la montaña de Cauterets ofrecerá siempre una amplia región de excursiones variadas y entonces, los esquiadores de todas las disciplinas podrán buscar la velocidad, el maravilloso encanto del esquí de turismo en nuestras nieves del Sur, en función de su gusto. Aquí, donde el esquí de primavera sin glaciares constituye, para el esquiador, una delicia de los últimos días de nieve antes del verano.
Robert SCELLIER
Presidente del Club de Esquí de Cauterets
Skiing is a very personal experience. You don't have to do what everybody else is doing.
It's kind of like dancing. You don't have to be good to enjoy dancing.
You just kind of get with the rhythm. In this case, the rhythm of the mound, the rhythm of the snow.
C. Crozer -In pursuit of soul