(Casprístulo I)
Muy buenas!
¿Sus creíais que sus habías libráo desta pesadilla? Pos nó, etto é como er mostruo de finá de fase dun videojuego, que las metio setesientos perdigonaso y ha agashao la cabesa siete vese y ná, vuerve a levantarse y a dá polculo.
Pos esa é la mega.
Sus juro por mis ingles que no tenía intensión ninguna describí nunca má. Había resmatao sha la serie como la Roulin con er Jarrypotte, pero en ette úrtimo viaje que hemo hesho a la Ustria profundas, la Caroline de los montes nevados de Dior me ha susgerido que una ausencia de resport de la mega no iba a sé vitta con buenos ojo. No se por quien, polque la mashoría ettará pensando que qué nesesidá había de resusitá loquettaba muetto y bien muetto, pero gueno, pol no jaserle un feo a mi amiga lalemana y fans numberguan de la mega, pos haremos un revival. Y mira que le insistío, Carolines hijomia, que la mega ettá má vitta que la muette de shanquete, anda sha mujé, dejémosla reposá en pá. Pos na, me jiso cuatro pushero y se mablandó er corazón enmojesío.
Y aquí comienza er terser report de la mega sobre SkiAmade, esa sona tan ersórstica del Osterreich de la que usté nunca ha oído hablá.
Lo primero, la introdussión motivasioná de la mega pa ette viaje. Normasmente la mega é una criastura interastiva que disfruta der contasto con sere de sumisma y paresidas espesies, é joviá y disharashera y jase amigo con fasilidá. Pos ette año no, ette año la mega ha ido ar viaje como terapia pa desconestá de la humanidá y dejá atrá preocupasione y estresse. No é que la mega en persona sea la reina de la fietta, que tampoco é eso, la mega en persona é ma bien sosa y discreta, pero ette año er nivé danimasión de la mega ha ettao má o meno a la artura dun boniato cosido. Por sircustansia laborale y pelsonale que que no vienen ar cuento la mega ha ido ar viaje con unas gana de mandá ar coño a media humanidá y de orvidarse de preocupasione, disfrutá y shenarse de servesa hattar mimmo gusanisho de lasorejas. Hatta tar punto ha shegao esa desconersión con er mundo que despué de terminá er viaje, no era capá de recordá ni los nombre de los habituale a los viaje de la Carol, conque imagísnate los nuevos, mársime cuando con argunos de eshos no habré crusao má que un par de gruñíos salutatorio en er desashuno. Dedde aquí mi discurpa a todas esas persona sin rostro que andábai por ashín en er hoté y que parece sé que ettabai en er mimmo viaje que shón. Pa otra ocasión que vasha un poco má sentraita y menos cardo os dedicaré ar meno sinco minuto pa sharlá y conosernos.
A ette ettado soso y desafestado de la mega se ha unido que ette viaje en concreto ha sido essersionarmente soso en desgrasias y desventura, con lo cua tampoco hay musho de donde tirá ni pa jasé ersagerasione. No ha habido peleas a muerte, ni assidente, ni lesione, ni rescate de gente tirá porque han serrao los remontes, ni naves alienígenas aparcando en las pittas… vamo, una maravisha de viaje pol la ausensia de desgrasia pero mú soso mú soso desderpunto de vitta de la crósnica sosiá. Entre etto y que las estasiones sha he hablao de eshas en dó repor anteriore, vamo a terminá má ráspido que er PabloCasado estudiando carreras.
Vorviendo a los comiensos, hay que desí que er vuelo salía de Madrí a las 7 de la mañana. No aprendemo. Pa salí a esa hora hay que etta en er ropuerto a las 5. Pa etá a las 5 hay que levantarse a las 4. Pa levantarse alas 4 pos ya no tacuestas polque pa qué, pa dá vuertas de los nervios, pos mejó no. Como siempre en ettas ocasione, er momento de tomá consiensia de que hay que tirarse a la cashe cargao de shismes como er hombreorquesta de MaryPoppins, e duro, mú duro. Uno mira er montón de cosas tirás en er pasisho, cabía dejao prepará la noshe de ante, y en su mente se forma entre las brumas der sueño, la frase inesvitabe. ¿En qué coñostabas pensando? ¿Cómo me meneo sho ahora con la borsa de las botas, la moshila, la maleta tipo baú de la Piquer, y la borsa con los esquís y los palo, sin implantarme dó brasos má pol lomenos?. Pos ahí ettaba shon aposhao en la paré de mi difisio con tós los shisme en esquilibio inestable cuando un señó, señora o cosa paró er coshe ar lao, y como siempre, me teletrasporté ar aeropuerto. Suspongo que le pagaría porque sho no lo recuerdo. Y jutto ar rato empezó a shegá gente sin rostro y con burtos indefiníos. Y en ese ettado de anestesiamiento mentá shegó un shavá mú simptástico, er Néstor, y se presentó, y la mega saludó y se presentó iguasmente “Hola, sho Antonio”•. Y ar momento shegó otro shico con barba y se presentó también, “Hola, yo soy Edu”, y la mega que se ve cabía transmutao a otro multiverso, vorvió temporasmnte pa respondé ar saludo y respondió “Hola, encantao, sho soy Carlos”, y vorvió a desvanecerse en la bruma. Claro, er primé shico que sabía presentao, ar que la mega labía disho que se shamaba Antonio, miró como disiendo, ¿ette tio é tonto o quén? Y na má descubrí mi erró respliqué ráspidamente “Uy peldón, no no, soy Antonio”. Con lo cuá los dos shicos se miraron con cara de “vasha tela er friki ette que nos ha tocao en er viaje que no sacuerda ni de su nombre”.
La mega ha pensao musho en ese insidente polque claro, debe tratalse dargún asvenimiento chicológico de argo ocurto en er susconsiente, pero pol má vuerta que la dao, no ha encontrao má esplicasión de que er cerebro de la mega a esas hora no va bien. Y a mushas otras horas tampoco. Porque ademá no hay ningún Carlos por ahí como pa buscá una ersplicasión froidiana. A partí de ese momento, pol supuetto, la mega fue CarlosAntonio pa tol viaje. O AntonioCarlos, según la versión.
Sha en er avión descubrimo un jesho que nos dio musha pena polque mira que son año sha de friki trequi y é mu duro sentarte en un avión de lurftransa y encontrarte ar mejó comandante estelá de lahistoria der universo sirviendo cafeses.
Se ve que er pobre comandante Picard le jiso un rashón a la Enterprise en argún desfase navideño y lo degradaron a asafato de Luftransa. Esperemo que ar pobre le dure poco er arresto y pueda vorvé a pilotá, que er espasio está mú desatendío sin é y lo de serví bebida caliente tampoco é su vocasión. Que er pisloto urtomático de la Enterprise seguro que le corrige er rumbo pero con ese purso de ladrón de pandereta, asertá no asertaba musho dentro de la tasa y los vaquero shegeron al Osterreich apestando a torrefasto.
Aquí la Carol and friends disfrutando deste agradable vuelo nosturno hasia las heladas neiges ustriacas. Viendo etta foto acabo de sabé que Marta y Frey ettaban a mi lao en er vuelo. Debí descoshuntarme na má despegá polque no macuerdo de tan insigne compañía.
Despué dunas pocas turbulensia aterrisamo en Munshen y trá varias horas entre maleta y arquilé de coshe, conseguimos enfilá pa Radstadt, por fins!
En etta ocasión la Carolines de los montes no consiguió reservá a tiempo er gastoff de los Roper ar que habíamo ido las veses anteriore. Etta vé hemos estao en er hotérs Post, en la plasa der pueblo.
Er hoté tiene una pinta mú apañaita por fuera. Pero na má entrá y recogé las shaves, aquesho mostró su verdadera cara. Un laberinto de escaleras, pasishos a dos arturas, rampas que suben y bajan… Vamo, que la biblioteca der Nombre de la Rosa era un parque infantí ar lao daquesho. Despué de mushas revuertas y mushos retruéncanos, la Carol, la Marta y la Mega encontraron por fin su habitación ar finá dunascalera de caracó que te sacaba a un resibidó con un pasisho con escalera ar fondo y con una rampa. Vamo, que podían habé rodao Harry Potte aquí como si fuera Joguarts.
Y nada má sortá los shismes, a por la primera birra y vuertesita por er pueblo.
Solo jase tré añito que la mega vorvió pol aqueshos lares. Demasio posco tiempo pa que las costumbre localen hashan evolusioná lo suficiente como pa meresé una atensión espesiá. Er vampiro cangrejo, que era la espesie autóstona má fassinante, sigue desaparesío y sho creo que desfinitivamente podemos darlo por esstinguío. Y er retto de costumbre locales, incluidas las tésnicas amastorias de los mashos locale con desmoshamiento serebrá previo en la barra der DiscoBar Fuggo. Asín que nos tomamos unas birras mú ricamente, y a descansá pa cogé con fuersas er primé dia descurrisipamiento pol la neige.
Primel dia en Zauchensee flachauwinkl (¡toma shaaa, lo he pronunsiao bien!)
Los viaje en los que ha estao la mega en SkiAmade siempre comiensan de la mimma forma. Na má sortá los coshes en er parking, subida de tol grupo en er guevo que sheve ar picasho má arto, foto a los paisaje, y de pronto tol mundo sale foshao a toa leshe cuetta abajo como si no hubiera un mañana.Se trata de la famosa bajada de selessión naturá. No se para hasta abajo der tó y se entra corriendo con los esquises puestos en er edificio donde se coje er autobú par crusá a Kleinarl. Cuando uno sale der autobú en la otra estasión y sube er primé remonte, sha están los grupos montáos. Cá uno sa quedado con er grupo ar capodío aguantá er ritmo, menos er André, que se nos quedó arriba jasiendo foto y sha no se juntó con nadie hatta er finá der dia.
En esa bajada perdimo a Marta. La mega no hiso prisionero y salió montaña abajo intentando no perdé de vitta er culo verde de la Carol, pa no quedarse tirá na más empesá er primé día y jodérsele su plan de ir de ñu toa la semana. Ar recomponelnos ar otro lao del autobú, vimo que Marta nostaba. La dimos por perdía, lashoramo en er telesisha dié segundo y seguimo nuettra ruta.
Er grupo que quedó despué de la selessión.
El día, cabía empesao soleadito empesó a ponerse plomiso, pero eso no impidió que disfrutáramo de la neige ettupenda y bajáramo varias pittas en modo orgasmatrósnico. Los esquises ettaban ávidos de cortá nieve deslisante y los muslos iban gristando gorgoritos tirolese a cada flersión estensión. Un comienso marnísfico de semana. La neige argo durita en argunos sitios, pero mú bien en generá, pa lo que me esperaba despué de no habé nevao en mushos días.
Sha de vuerta para la sona de Zauchensee, pa jasé las pistas de la isquierda der mapa, nos encontramos arriba der tó con una presionsa casfetería cushas voses melífluas y sensuale sescushaban por tol vashe, y nosotros que somos armas désbiles, en siete milisegundo ettábamos tragando baisbier como si viniéramos der desierto pelón.
Ettando ashín sentado de pronto shegó una señora mayó y se presentó, desía que se shamaba Angeline der Carmen y que era la tía abuela de nuettro Daví, que lostaba buccando pa darle los carsetine desquiá que labía jesho con la carseta. Aquí tenéi a etta probe mujé, mirá qué cara de guena persona que tiene.
Las sarsishen ustriacas deslíserin siempre son una orsión a la hora de comé.
Y antes de bajalnos ar jutte a selebrá er fin der primé dia desquí, foto en las arturas jutto cuando ar Juancar lestaba dando un gas.
Y en er jutte dabajo, cuando tós los grupos fueron shegando, se montó la juerga, la selebrasión y er cashondeo.
Y hatta aquí la crósnica der primé día deste viaje maravishoso. Mañana seguiremo, guenas noches!