Tras un sábado de travesía por el Pirineo francés(reportaje de Pablo en camino) nos planteamos qué hacer el domingo. Teníamos la opción de hacer el Urbión, pero ante las dudas en la continuidad de la nieve, y las más de dos horas de camino(otro madrugón más), optamos por la comodidad de "casa". Nos fuimos al "
Glaciar del San Lorenzo", a ver qué podíamos rascar.
Salimos a una hora no demasiado temprana, y al llegar al aparcamiento de la estación, continuamos por la LR-416 hasta el collado de las Tres Cruces. Aparcamos, colocamos focas y a tirar por un carril de nieve al lado de la pista. Enseguida llegamos a un bosquecillo y empezamos a remontar. La nieve un tanto descompuesta por el sol, pero el día fantástico.
Vistas al valle del Calamantío, se nota por el verdor que este invierno ha sido bueno.
Llegamos a un corte en la nieve... error. Toca bajar casi todo el desnivel acumulado(con las focas puestas por vagancia) para encontrar la ladera buena. Dejamos nuestra firma.
Ahora sí, esta es la buena. Empezamos a ganar altura, y la nieve mejora, está mucho más estable y nos deja progresar con facilidad.
Llegamos a un pequeño corte que se puede pasar con los esquís puestos.
Y seguimos ascendiendo, disfrutando de las vistas.
Llegamos a otro corte, dejamos los esquís y cruzamos a pie a ver qué hay al otro lado. Tras unos 10 metros, comprobamos que hay continuidad de nieve hasta el mismo San Lorenzo, pero nuestro objetivo inicial era bajar Pala Bonita, que tiene menos nieve, así que decidimos dar la vuelta y bajar por donde hemos subido, ya que las condiciones de la nieve eran muy, muy buenas. Panorámica de la zona, con el San Lorenzo, Cabezaparda, Moncayo, Urbión(allí están Pablo y Pierre
)...
Vamos bajando, increíble la calidad de la nieve a estas alturas del año... estamos a 20 de mayo!
Nuestras huellas en la crema. los únicos locos con esquís
Seguimos disfrutando de la bajada, aunque aquí ya la nieve está más pesada.
Esquí entre árboles...
Apurando el carril para llegar al coche con los esquís puestos. Bea probando a telemarkear con las fijaciones de travesía... no lo veo muy claro, jeje.
Y después del paseo, a reponer fuerzas en la terraza de La Estación, qué sufrimiento!
No estuvo nada mal, quién me iba a decir a mí que iba a esquiar un 20 de mayo en los alrededores de Valdezcaray!