Mucha gente se preguntará que cómo es posible que a las 20.00 h. y más tarde haya gente que vaya con botas y esquís por ahí. Para eso hay que conocer la idiosincracia del lugar.
Ischgl, así como otros muchos dominios austriacos, tiene a su alrededor un montón de pueblos que alojan a esquiadores de todas las nacionalidades, mayoritariamente alemanes y holandeses. Una parte de esta gente no coge el coche para ir a la estación, sino que usan los numerosos ski-bus gratuitos.
Una vez terminan de esquiar, la gente se mete a los hüttes, algunos desde el medio día
y pasan una tarde-noche de fiesta, que ya quisieran para sí las estaciones españolas, sólo quien lo ha vivido lo sabe.
El problema es que se empiezan a liar y a partir de las 19.00 h. ó las 20.00 h. se van a cenar y salen a las 21.00 h. ó 22.00 h. que es cuando se van a casa.
No pasa como aquí, que la gente se da su duchita, luego un paseito a ver tiendas, una cervecica y luego cena y si acaso algo de juerga después. No. Lo hacen todo de contínuo. Digamos que es una juerga más eficiente
aprovechan mejor el tiempo y así al día siguiente están frescos para disfrutar de nuevo de la nieve.
Pero claro, al no tener el coche y el alojamiento cerca se van con los esquís y las botas a cuestas por todos lados. Y entiendo que esto es lo que quieren evitar.
No sé yo hasta que punto les va a compensar esta prohibición, seguro que taxis, comerciantes y hosteleros no estarán muy contentos.
Sorpende y más cuando sitios como el chochi bar (Schätzi) ponen la música a todo trapo en mitad de la calle, claro que eso no será el centro de Ischgl
