Nada, que sigues empeñado en ponernos los dientes largos con soberbios retrovídeos de hace 40 años (cuando yo tenía 27, y estaba en plenitud esquiatoria). Y eso, por un lado me alegra, puesto que me anima a seguir al pié del cañón, pero por otro, me produce una cierta tristeza, recordándome que ahora soy un esquiador viejo y limitado.
Así que, a currarte la megaKDD de noviembre en Madrid, que necesito de forma urgente la compañía de vuestra juventud.
CADA DÍA QUE SUBO A ESQUIAR, NO ME OLVIDO DE IR ACOMPAÑADO POR LA PRUDENCIA.