Visitar Fuente Dé,no entraba dentro de los planes de nuestras vacaciones de Semana Santa.
De echo vivimos en el Pirineo y nuestro objetivo era escapar de la nieve por unos días y visitar el Cantábrico para disfrutar de sus pueblos, ciudades y sobretodo de su gastronomía.
Pero una vez pasabamos por Navarra, delante de nuestros ojos se mostraban todos los montes espectaculares y llenos de nieve, y fue en aquel momento que decidimos pasar la noche en Santander y al día siguiente coger temprano la carretera para subir a Fuente Dé, todo disfrutando del paisaje montañero y de sus pueblos.
Vistas desde la base del teleférico.
Vistas desde la estación superior del telecabina.
Una vez llegamos arriba del remonte, decidimos alquilar unas raquetas de nieve y realizar una excursión facilita de unas tres horas con poquito desnivel, con unas vistas espectaculares de los picos y transitando por el lado de algunos lagos helados.
La verdad es que la zona me sorprendió, tiene muchas posibilidades en invierno para realizar esquí de monte, raquetas... Pudiendo llegar hasta el mismisimo refugio del Naranjo de Bulnes
Y antes de descender probamos algún que otro queso y un poquito de jamón para reponer energías.
Y lo mejor de todo, es que en una horita y media ja volvíamos a estar en un pueblo costero dispuestos a cenar una buena Mariscada y proseguir nuestro camino.