Aunque ya tenía planeado acudir a ver la Copa del Mundo este fin de semana, reconozco que despues de la victoria de Carolina Ruíz Castillo en el descenso de Méribel y el sexto puesto del viernes en Super-G, aún tenía mas motivos para no perderme la cita. Aunque al final, los resultados no fueron tan buenos como en las pruebas anteriores, no deja de ser impresionante y desde luego, creo que todos deberíamos de estar orgullosos.
Ambos días llegué al estadio hora y media antes de la hora de inicio de la prueba. Esto me permitió seguir algunos detalles sobre los últimos retoques que se le dan a la pista. Para el Super-G del domingo, tenía previsto no ir al estadio y subir a un promontorio situado un par de puertas antes de la meta. El motivo era ver un poco mas de cerca el trazado, pero al final me quedé otra vez en el estadio.
De nuevo, una charanga de Suízos amenizaron la espera. Tienen una marcha impresionante.
Los chicos del
Skiclub Garmisch fueron los encargados de realizar la bajada con las banderas de los paises participantes.
Marianne Kaufmann-Abderhalden abría la prueba de descenso.
Con el dorsal número 8 salía Carolina Ruíz Castillo. En el primer parcial era mas rápida que la austríaca Regina Esterz, que por aquel entonces mandaba en el crono. Lástima que al final no lograse mantener esa ventaja.
La reina del día fué sin duda Tina Maze, que a parte de pulverizar el crono, dió muestras de tener una marcha imparable. Bailó, cantó y toco con los esquís a forma de guitarra. Esta mujer es como un terremoto.
Otra que no podía faltar a la fiesta era María Riesch. Jugaba en casa, con su público empujandola. Al final quedó tercera, tras la americana Laurenne Ross, que hizo una bajada impresionante.
Otra que el sábado no paró fue Julia Mancuso, que quedó sexta. Personalmente, me sorprendió como celebró el podium de su compañera de equipo Laurenne Ross, como si fuese propio, eso es compañerismo. Tampoco paró de bailar, saltar y sacar fotos.
Es increíble como una estrella mundial del esquí lo lleva con tanta naturalidad. No paró de de firmar autógrafos y fotografiarse con el público.
La entrega de premios se celebró a las seis de la tarde.
El domingo amaneció un día soleado para el Super-G , casi primaveral. Además, la prueba no comenzó hasta las 12:15, por lo que la temperatura era muy agradable.
Esta vez Carolina Ruíz Castillo salía con el dorsal 14 . Comenzó de forma espectacular, bajando en los dos primeros parciales el mejor tiempo, que hasta aquel momento marcaba Tina Weirather.
Quien sí pulverizó el tiempo de Weirather fue Julia Mancuso. La verdad, me alegré mucho de que terminase en el podium.
Inmediatamente despues de Mancuso salía Tina Maze, que no logró batir el tiempo de la Americana y al final quedó cuarta. Quien no falló fue Maria Riesch, que a pesar de acumular bastante ventaja en la parte alta de la bajada, batió a Mancuso por poco. Naturalmente, provocó el delirio del público.
Pero quien al final se llevó el gato al agua fué la austríaca Anna Fenninger, quien con una bajada impecable le sacaba en la línea de meta dos décimas a Riesch.
Yo tampoco he parado
, hice algo así como 500 fotos. Tengo a tó quisqui en la cámara. Espero os haya gustado
