Ahora recuerdo que yo ya se lo que es caer de esa altura. En una excursión fuera pistas encontré el tejado de una casa nevado. Sin pensarlo me lancé a saltarlo pensando que se trataba de una construcción campestre de poca altura y que detras tendria tieve suficiente para amortiguar la caida. Me equivoqué en ambas cosas. Del tortazo recuerdo el golpear de mis botas primero y mi estomago despues contra un suelo con treinta centimetros de nieve, el salir despedidas mis tablas hacia el cielo y las risas de mis amigos que desde entonces me llamaron Mary Poppins.
Pues yo os juro que el primer golpe de vista fue ver a un tío pegándose una bajada en K1 Será que con el descenso del Sella tan próximo, uno lo mediatiza todo...