Tras colgar el reportajillo, [
www.nevasport.com]
he seguido con curiosidad sobre Llessui y he buceado un rato por Internet.
He encontrado un artículo en la Vanguardia del 3 de febrero de 1967.
Es una interesante mezcla de publireportaje con una prosa a lo Josep Pla; lástima que esté tan mal escaneado que no haya podido recuperar los finales de línea. Menuda hemeroteca la de La Vanguardia
He puesto corchetes ahí donde falta algo o donde lo he añadido yo.
Si alguien estuviera muy interesado, probablemente podría localizar el documento original.
Pero creo que más o menos ya se ve la magnitud del proyecto. Una pena que fracasara.
[
hemeroteca.lavanguardia.es]
VIERNES 3 DE FEBRERO DE 1967
LA VANGUARDIA ESPAÑOLA LLESSUI, PARAÍSO DEL ESQUIADOR
. Un rincón del Pallars, la más reciente estación deportiva del Pirineo leridano HABLAR de te belleza del Pallars parece tan innecesario como referirse a los encantos de la Costa Brava. Pero aunque los catalanes somos curiosos por naturaleza y los viajeros más inquietos de la península, el desconocimiento de nuestra propia tierra es fabuloso: admiramos los pueblecitos de la Costa Brava, pero, ¿nos hemos molestado en ir a pie o en barca a las maravillosas calas a las que no se llega en coche, solitarias incluso los domingos de agosto. Lo mismo puede decirse del Pallars, tan bello como nuestra famosa costa: conocemos Espot, el Estany de Sant Maurici y, quizás, Vall Ferrera y poca cosa más. Salvo que tengamos el espíritu inquieto, ignoramos las amplias regiones lacustres y los pequeños valles laterales. Es un error, pues allí reside el mayor encanto, sin mixtificar todavía hoy. Debemos mejorar el conocimiento de nuestro país y llenar de belleza nuestros ojos y nuestro espíritu. Está al alcance de la mano; pero sólo recorremos los caminos trillados. A la salida de Sort, a la izquierda, una carretera de tierra, pero en estado bastante transitable —que será mejorada y asfaltada por la Diputación de Lérida este año— penetra en el valle de Assua. Los pueblecitos, bellísimos, se van sucediendo cada vez más altos: Altron, Sorre, Bernuy, Sauri y, el último, Llessui, a unos 1.450metros de altura, tienen un encanto extraordinario, todos de viejas piedras, con tejados de pizarra, iglesias góticas o románicas y sin una sola casa que afee el conjunto, Están orientados a mediodía, rodeados de prados en donde pacen las vacas. La insolación es intensa y por ello la nieve desaparece a poco de caida.
Ascensión a la montaña
En Llessui terminaba la carretera, pero se ha continuado kilómetro y medio más horizontalmente, hasta el barranco de Pomeno, donde se ha construido un amplio aparcamiento junto a la estación de salida del telesilla. Vale la pena de que nos detengamos un momento a verla, pues es distinta de las que conocemos habitualmente. Posee tres motores montados sobre un mismo eje, dos eléctricos, con una marcha rápida para invierno y otra lenta para verano, y uno suplementario de explosión, por si falla la corriente, más lento todavía, pero que. si se producen tales casos evitará un paro de la instalación, así como que los esquiadores queden colgados en sus sillas, lo que a varios grados bajo cero dista de ser una situación excesivamente confortable. El telesilla, construido en Bilbao, es del último modelo que se fabrica en Francia, con doble sistema de seguridad: el esquiador apoyo cómoda mente los esquís, al mismo tiempo que va totalmente protegido; además, un dispositivo automático detiene la marcha si el viajero no desciende en el sitio señalado en la terminal. Después de una rápida subida se llega al apeadero del Pla del Músic, a 1 569 metros, en donde terminan las pistas sencillas, pues más abajo sólo es aconsejable para buenos esquiadores. Continúa el telesilla por él lomo de la montaña, hasta el Restaurante La Carena, casi a 2.000 metros de altura. Allí se contempla un maravilloso paisaje sobre el valle y una infinidad de picos, que preside en sus cercanías el Montsent de Pallars, con sus 2.900 metros —al que en un día no lejano podrá ascenderse en telecabina—, y, más lejos, la Pica d'Estats, el monte más alto de Cataluña, con sus 3.141 metros.
En el reino del esquí
El trazado del telesquí, que, sube hasta Els Altars, a 2.435 metros, se estudió mucho y se abandonó la solución más sencilla y económica, que era situar la estación de salida junto a la de llegada del telesilla, pues ello hubiese representado el abandono de unas amplias y maravillosas laderas —donde el sol y el viento tocan poco, y por ello la nieve es excelente—, y obligar a los esquiadores a seguir siempre las mismas líneas de descenso, junto al telesquí. Los técnicos decidieron emplazar la salida unos cien metros más abajo, a casi un kilómetro de distancia en línea recta, con un muy suave descenso, aunque representaba un coste superior y la complicación de un ángulo a la mitad del recorrido, el primero que se hace en nuestro país; pero el resultado vale la pena. Por ello, el telesquí, que sobrepasa los dos kilómetros de longitud (y que funciona desde hace unos días), va directamente hasta la arista de Els Altars y asciende directamente hasta la cumbre; al otro lado está el valle del Flamisell, unos mil metros más abajo, casi bajo los pies. El panorama es fabuloso. El perfil completo de Montserrat está en el centro del mismo. Siendo el telesilla y el telesquí los de mayor desnivel de España y las pistas de descenso —por las razones expuestas—variadísimas y de una enorme amplitud, se han señalizado de acuerdo con las normas internacionales, según sus dificultades —verde, azul y rojo— con un total de ocho pis tas y numerosas variantes. Para que me entiendan con mayor claridad, diré que la pendiente media es superior a la del Torrente Negro pero es inferior a la de Costa Rasa. Pero como son amplísimas, se puedo realizar un viraje cada kilómetro, si se desea descender despacio y lateralmente, o lanzarse en «schuss», si se ama la velocidad. En total, se realizan descensos continuados de unos mil metros de desnivel y de varios kilómetros de longitud, como en las buenas estaciones de los Alpes. No hay en las pistas ni un árbol, ni una sola piedra hasta el Pla del Músic, por lo que al desaparecer la nieve, a fines de abril o mayo, queda hierba y alguna losa plana, que modestamente no sobresale del suelo. Y la nieve no falta, pues es la misma que en Sant Maurici, tan cercano, que conocemos ampliamente por los datos que publica el Servicio Meteorológico.
Previsiones para el futuro
Este es el Llessui actual, construido en un tiempo récord durante el pasa do verano, otoño y comienzos de invierno. No ha sido fácil: desde construir una carretera de catorce kilómetros hasta la cumbre de Els Altars —para llevar el abundante material—. soportar las intensas nevadas otoño, temperaturas de 16° bajo cero, abrir cada día la carretera [llena] de nieve, construir un apar[camiento] en un terreno difícil, llevar [la co]rriente eléctrica desde Sort, también muy pronto [iluminar?] pueblos del valle, unido a otras [muchas] penalidades que ha sup [uesto gran?] energía de la empresa y de los trabajadores y sus técnicos.
¿Mañana? El Plan de Ord[ ] como Centro Turístico de Interés nacional es de diez años. Está la construcción de más de [ ?] tena de telecabinas, telesillas, telesquís, que comunicarán ent[]cuatro valles que existen con Llessui. Implantación de hoteles [de todas] las categorías, chalets, apartamentos, campos de deportes, estación de servicio, etcétera, para una capa[cidad de] seis mil camas.
¿Proyecto ambicioso? Sin [duda]¿Descabellado? De ningún [modo, es] perfectamente realizable. En [ ]calculan que cada cinco años [ ] las instalaciones. Verdad es que el Gobierno subvenciona a fo[ndo per]dido el diez por ciento de las [ ]además de conceder ayudas [de todas] clases, pues los deportes de [invierno tie]nen la protección oficial del [ ]. Un detalle: ahora hay allí la cifra de 173.000 camas en [las estacio]nes de invierno; para 1970, 65.000 más, o sea, en tres [años un] aumento del 46 por ciento. Co[mpárense] estas cifras con las que ten[emos en] España. Pero, del mismo [ ]torización, iremos siguién [ ] traso de algunos años los [ ]marca inexorablemente [ ] tual.
Para cubrir rápidamente [las cifras?] previstas se precisa [que los esquiado] res acojan con cariño la [nueva esta]ción y comprueben las bell [ezas ?] rales y sus excelentes pistas. Lejos, a poco más de cuatro [horas de] Barcelona, por Cervera y [ ] Segre. Puede pernoctarse, hay excelentes hoteles y pensiones cuya relación publicó LA VANGUARDIA el pasado 11 de diciembre. La Oficina de Turismo de Pobla de Segur, teléfono 164, siempre [ ], puede ampliar detalles.
El programa trazado en [ ] pasado se ha completado. Se propusieron entonces el telesilla-telesquí de Llessui [a Els Al]tars. Se ha cumplido entonces al que a última hora se añadir un tercer, y breve[ ] la nueva serie de los trar [ ] semifijos, accionado por un gasolina, del sistema Tele Bi [ ]que recorre hasta 200 metros [ ]servir a la perfección pan de la Escuela de Esquí. Ha quedado emplazado en la estación intermedia, junto al R[ ] Noruego.
Bajo tan prometedores [ ] Llessui, la más joven estación de esquí del Pirineo de Lérida, [ ] a recibir la visita de los esquiadores,
J. VENTOSA