Hoy leyendo un mensaje de Mario en relación con el salto mortal, he recordado que en mis articulos sobre el miedo no dije nada sobre la relación de esta noble parte con aquel sentimiento.
El tema es muy extenso (ya os facilitaré los datos de los tratados que escribí al respecto con el nombre de "Güevosintesis y metamorfosis oval según las circunstancias"
) y aquí me limitaré a resumir mis últimos descubrimientos al respecto.
1.- Es una idea y no una viscera la que provoca el miedo o la ausencia de este.
2.- Si bien los güevos no influyen en la toma de una decisión destinada a superar la acción inhibitoria del miedo, si sufren modificaciones en su estructura fisica (en ocasiones) que dependerán del caracter de la idea superadora o no del miedo.
3.- Esa idea, y no los güevos, es la que tiene que tener un considerable peso especifico.
Ejemplos de ideas con este matiz:
Hombre A) Yo soy un hombre y un hombre valiente, decidido, que confio en mis posibilidades y soy capaz de hacer grandes cosas sin amedrantarme.
Hombre
¿y si me hago daño, y si sufro y si todo me sale mal?
Mujer A) y mujer
Las mismas ideas que los respectivos hombres.
Pues bien estas ideas son las que se curten durante mucho tiempo para que adquieran caracter.
A su formación les suele faltar el requisito de la supervisión consciente y temporal del individuo que la sufre o la disfruta y esto es misión de una segunda educación que el mismo debe darse con su propia experiencia.
Mis trabajos sobre la transformación fisica de estos organos y de su equivalentes femeninos, estan aun en elaboración, pero puedo adelantaros que la inflamación o reducción que puedan sufrir por la influencia de una idea u otra, no lo son por un fenomeno de producción directa, sino que el proceso esta ligado tambien al instinto procreador, que se pone en marcha o lo contrario ya que no se libra de sufrir a su vez los embates de un caracter firme o menos firme.