Cuando era joven
. En Tres Valles, con un amigo, nevando a tope, volviendo de Courchevel hacia ValThorens, en cota 3000, -20, ventisca, visibilidad 0, nevada impresionante desde la noche anterior, perdidos ....
, se nos ocurrio seguir las trazas semienterradas de un remonte, después de cruzarnos con un esquiador que iba PISTA ARRIBA!! por un camino de enlace (estoy seguro que debió morir el pobre, y eso que se lo advertimos). Nieve hasta la cintura, imposible ver nada, frio, mucho frio, solos. De repente, nos damos cuenta que no deslizamos
solo acompañamos a la capa superficial de nieve que se desplaza montaña a bajo (un inicio de alud vaya), acojone total, diagonal hacia la izquierda de un arrastre semi enterrado, seguimos bajando hasta la caseta del arrastre para pedir ayuda y avisar del inicio de alud, frio intenso ...
Golpeamos una ventana de la caseta del remonte, se abre, nos ven la cara llena de acojone y carambanos y .... AUN SE DEBEN ESTAR RIENDO LA PAREJA DE PISTERS
, se apartó la niebla y estabamos apenas a 300 metros de les Menuires. Casi salvados!, faltaba remontar de nuevo al infierno blanco para llegar al apartamento en ValThorens. Y en la mente el conato de alud, la terrible ventisca de cota 3000, y ... la expresión de cachodeo de los pisters. Y es que una misma realidad puede ser interpretada de forma muy diferente por lugareños o por turistas.
Llegamos por fín a ValThorens ... nos abrazamos ...
. Están cerrando el dominio esquiable.
En los apartamentos están todos nuestros amigos, esperandonos angustiados, reunidos en gabinete de crisis (jugando al mus, dando buena cuenta de las cajas de cervezas e intentando ligar).
Val Thorens quedó incomunicado 2 días. Y lo peor de todo: con los remontes cerrados.