Ea pos aquístamos denuevo pa contá nuettro quinto dia en los arpes. Mencanta la compenetrasión con lamiga miriski, que va reponiendo afotishos pa contá las cosishas que se le pasan a la mega, pero joía, no te perdono esa afoto en la cama con esa papá estilo lagartoustraliano que massacao, joé ya, yo que pensaba comparme una telegigante me voy a tené que pasá por la corporasiondermosféstica esa que me quite una poca de caida de cuesho, que faya arruga. Eso ha sio a traisión, malamiga.
Bueno dejando temishas estrésticos aparte, er caso é que er jueve era er dia D, y a la jora jashe, tós sabíamos que teníamo que de partí con los coshes a acompañá a la Caro a La Grasve, esa ettasión mitteriosa que nos aseshaba en nuettras peore pesadisha. Durante toa la semana la cosa ettaba ahí, en er aire, y como musho había un ji ji o un ja ja nervioso cuando salía er tema, un “lo que nos vamo a reí”, “las leshes que nos vamoa a pegá”, “a mi me van a tené que sacá con pala”, pero ninguno disíamo lo que rearmente ettábamos pensando, que era má cun pensamiento un doló interió der puro terró acusmulao. Esa tensión se iba notando cada dia má, y er miélcole pol la noshe, aunque nadie disía na, sho noté que la cosa iba a peó polque er fu fú der cuartobaño, que tan buen servisio había prettao durante la semana, murio desfristinitivamente der uso intensivo ante la cagalera generalisá de los hasbitante de la casa. Hay que desí que no era der hasendado, como mú bien recarcó mile de mishone de vese er Migue, que sha a nadie nunca jamá se nos ocurrirá de comprá un fu fú que no sea der hasendado, no tepreocupe tú padremio.
Er caso é que, como nos íbamo a í a un sitio desconosío y habíamo de quedao con pabloski and company, que nos iban a jasé de guias, pos nos levantamo a la hora las gashinas, con un jedó a cagansio en toa la casa que ni os cuento y ademá ya é demasiá informasión. Er ánimo era má o meno der tipo ese de que si hay que í pos se va, pero í pa ná, pos verá tu, ea, pos iremos qué remedio pero que si no hubiera que de í, po muso mejó, tu sabe. Eramo la tuna de medesina con pandereta y sartimbanqui, de la alegria que desprendíamos aquesha mañana.
Despué de cargá tós los shismes er los coshes, sho me fui con la miriski y la carol montaos en la Mershe. Er otro coshe jiso un artrístico paseo por er pueblo con er portaesquís subio, así como pa dalle emosión, mientras pol los guarquis nos desgañitábamo pa avisá der reparto gratuito de esquises que se iba a montá a la má mínima brusquedá der condustó. Afostunadamente la demotrasión destabilidá terminó pronto y er Juanma paró y serró er portaesquí, que sho ya me veía en comisaría essplicando cómo cogno habíamo sembrao de esquise medio pueblo.
En la gasolinera quedamo con Plabloski team, y con eshos delante cogimo rumbo a La Grave. De pronto, en una proselosa curva, vemo que er guarqui shisporrotea y er coshe der pablo jase un trompo y se da la vuerta. Ostia sha, que san dejao los flosflai en er apartamento. Toma sha guia. Esa fue la úrtima vé que le vi. Pero no adelantemo acontesimiento, que parese má trásgico de lo que é.
Nos cottó la mimma vida de aparcá en La Grave de lo guevo, questaba hatta arriba de frikis con tabla de planshá en vé de esquises. La Caro aproveshó la forma de guevo de la Mershe pa metella en un gueco diminuto, y pa las taquishas que nos fuimo.
Ashín, en espera a que shegaran los demás, comensó a desencadenarse er drama. A nuettas espardas, los der otro coshe habían estao corspirando y montando un plan altersnativo pa no subí a la montagna pavorosa, y pol los guarkis anunsiaron que se van al alpedués. La miriski puso carisha de cordero degollao y suplicó por los guarkis sér asmitía en la escursión, y la mega perdió tó su való y su arrojo y también rogó y rogó un sitio en er coshe der Juanma pa no tené que de tirarse pol aqueshos barrancos proselosos que sadivinaban a poco cuno mirara parriba. La Carol nos miró con ojos de osdio y resentimiento pol dejarla má tirá que una colisha, meno má que er Juancarlo sapiadó de su arma y se quedó con esha.
Ar finá, nos empaquetamo tós como pudimo en er coshe der Juanma, y salimos pal alpedués, no sin antes eshá un par (pero un par, literaslmente) de afotishos.
Na má comensá er viaje, no dimos cuenta de la verdadera vocasión der Juanma: pisloto de rallies. Er momentaneo reslajamiento intestiná que habíamo essperimentao ar vernos libres de La Grave se vorvió a agravá a la segunda curva de casretera de montaña a dosiento pol hora y con er coshe culeando. Los de asiento datrá íbamo bailando la conga de lao a lao intentando que nuestros quejíos y súsplicas jisieran mesha en er piloto y afrojara un poco la marsha, pero aquesho sha había comensao y no tenía posibilidá de pará, er pie se le debió de quedá pishao entre er freno y el aseleradó y nos subimo la 21 curva famosar der arpedué en un plis plas, que pol suerte no terminó en un pum finás. Ar aparcá er coshe nos bajamo tós como er benedisto besando los suelos de semento der parkings.
Una vé averiguao er canje de flosflais y agensiaos los planos, empesó er asarto organisao der arpedués, a las dose de la mañana. Guena hora verda? Ea, con dó cohone, como er que se sube un domingo ar vardesquí pa cogé er florflís de tarde, pero a mir quiniento kilósmetro de casa, toma shan!
La parte baja de lastasión presentaba etta vitta
Na má de subí er prime guevo y jasé la primera bajá por una pitta asul de patinaje, pelá comolculounmono y shena de novato desvanesío, er Migue se pegó unahostia invisible (porque solo la vio é) y desaparesió der espestro radiosfósnico por un rato, que pensamo que sabía dematao o argo polque no respondia. Ar rato aparesió tó jodío contándono su desiguá batasha con unas bañera traisionera, y ahí empesó er declive der Migué, que sha no vorvió a sé er mimmo.
Despué desto desidimo de subí ar glasiá, y ashín fue donde disfrutamo de las mejore vittas y las mejores nieves y lo mejó de tó, mirá mirá
Dedde ashín arribota se veía tó toíto tó deuxalpes, desde er mimmo pueblo hatta er glasiá. Si se fijaba uno hatta se podía de leé er nombre de las pittas y de los remonte. Eta es una afotisho der pueblo de les deusarpes, é la mansha que se ve en el valle de la deresha, y las pittas van pa la isquierda, subiendo subiendo hatta er glasiá. También había arguna pa la deresha pero no fuimo
Otra vitta de lesdeusarpes bajando pol la pitta roja de la Herminia en er glasiá de arpedués. La nieve, estupenda, pero mú bañeroso tó, ashín se ve que les cuetta la mimma vida de meté las másquinas, porque de pisá, pisaban poco ettos tios.
Despué de potajeá un rato pol el glasiá, er migue avisó que andaba tocao de las canishas u tobishos, y que no podía de esquiá musho má, asín que empesamo a planisficá er regreso. De pronsto nos dimo cuenta de que aquesho era una trampa mortá, y que pa salí disnamente der glasiá sin tené que bajá en un telesfésrico (la peó de las jumishasione que puede sufrí la mega) la única solusión era bajá la pitta der túnel, que shon había leido en er foro de nevaspó (que seguía todavía en la cashé) que era argo pavoroso disno de todo pavó. Ar finá er Juanma me animó, y desidimo bajarla lo dó, mientras er resto de la espedision, er Raú, la Miriski y er Migue se bajaban en el trelesfésrico. Así que, con un par de ahí, nos subimo a la silla más arta de tól glasiá, nos despedimo der resto y emprendimo er que podía habé sio er úrtimo viaje de nuesttas jósvenes e intréspidas vidas.
Er túne tenía la entrada pol una casetilla cutre como de obra, y ashí nos jisimo argunas fotos y unos ji jis y ja jas como de puro nervio
Er túsnel era estresho y feo con gana, y asín medio patinando medio escurriéndote, ibas avansando. Aquí vemo ar Juanma en medio de su numero de patinaje ettilo libre. Las cuerda en las parede deberían habennos dao una pitta de la posibilidá de volvernos andando, pero fuimo así de confiao y ni nos dimo cuenta.
Ar shegá ar finá der túne, er terró nos invadió cuando en un huesco de la mimma paré, como si fuera un tren fantasma der parque atrasione, aparesió una camisha, ashín prepará como si tar cosa, una crú, una foto de un mushasho con flore, y musha dedicatoria de amigo y familiare que nunca lo iban a orvidá. ¿Y por qué lo iban a de orvidá ar pobre mio? Ah.... la lú se abrió camisno en nuestro serebro abotargao y un terró irrasioná nos atenasó. Que va a sé que ette pobre la diñó aqui mimmo... Paso a paso atravesamo los poco metro que nos separaban der segadol final der túne, temiéndono lo peó, que, en efesto, shegó. Cuando vimo lo que nos esperaba, nos quisimo de morí ashín mimmo.
Na má sali der túne, un pasishito mú estresho hasia la deresha, que cabían talmente los esquises, y un cortao a la isquierda de risá las pestaña. Y un poquito má allá, la paré. Pero no una paré cuarquiera, no, aquesho era un sementerio de fregonetas nevao. Aquesho no eran bañera, aquesho eran camione sisterna enterrao. La gente que iba saliendo der túne se iba arrecolocando en la cornisa con la mirada perdida, sin esperansa y sin vida en losojo, a la espera der momento de la muette mimma, que no iba a tardá en shegá na má de inclinarse una poquita palante. Aquí quisiera shon habé vitto ar inglé der otro día con los carsonsillo blanco.
Er Juanma y la mega se miraron con la complisidá que dan sinco dia de convivensia pasífica y sesharon a shorá ar unísono como dó madalena, mardisiendo er momento en que desidieron no í a La Grave y vení aquí que era más chachiguay, por los cohone. Etto, pensamo, debía de sé una vengansa der esprísritu místico de la Carol, castrigándono por dejarla toa abandoná.
En vitta de que estaba shan tó perdio, ar meno jisimo arguna foto pa que cuando recogieran nuettros restos esparsíos por la montaña pudieran de recuperá argún doscumento grásfico der evento
Por fin, desidimo de afrontá nuettro destino como valiente. Juanma se puso en pie y le jise eta foto ante de perderlo de vitta devorao pol la primera bañera que intentó pasá
Empesamo a bajá con má miedo que verguensa, y aprendimo una cosa pú valiosa. Si las bañera son tan enolme, no te puede de caé, polque las mimmas bañera te sujetan. Yo me caí siete veses pa los laos y solo me torsía un poquito polque ar momento me sujetaba una bañera por el lao, de enolmes queeran lasputas.
Cuando bajamo un poco ma, pudimo eshá arguna fotisho hasia arriba, pasando por arto er vértigo de la pendiente, pa vé cómo la gente sarremolinaba alrededó de esos peasos delefantes enterraos en la nieve.
Pero no te podía de quedá musho tiempo ashín polque los ñuscos que arrancaban los darriba bajaban a una velosidá supersónica que como te pishara arguno de los gordos te partía unapienna, asín que seguimo bajando trastabishando y con meno estilo que shiquito de la calsada, pero ar meno no sucumbimo a la putapitta der túner, que en la vida me veré en otra iguá.
En la bajadita pa recogé ar resto der grupo, se veían paisaje impresionante, que pudimo de disfrutá entre retortijón y retortijón de puro terró.
Ar shegá a la base der telesfésrico arrecogimo ar resto de la espedisión, que nos dio la enhorasbuena pol seguí con vida, sha que habían vitto la pista desde arriba y venían tambien impresionao. Bajamo er resto de pittas hatta abajo der tó, que sha sabía convertío en un mar de papa pastosa y pesgajosa, así que desidimo que era hora de abandoná la misión.
Sha abajo der tó, nos cambiamo y nos pusimo sapatisha cósmoda y nos dimo una vuerta por er pueblo, que é enorme y bonito, y comentamo que la estasión merese musho la pena, aunque con tanto caló la nieve etaba battante shunga.
Había mushos difisios tíspicos como ette
Una vé jesho er recorrido trurístico y habelnos metio un copaso dejelao, Juanma puso en marsha la nueva edisión der rally de los arpes y en dó milisegundo nos shevó a casa, con er consiguiente acojone der personá y la correspondientes besada de suelo ar shegá.
Ar rato de está en er aparstamento shegaron la Caro y er Juancar, encantaitos con La Grave, contandonos sus esperiensias. Os resmito ar reportajes de la Carol que tiene mushas fotillos, donde nos cuenta tós los secreto de esa mitteriosa y pesligrossa estasión.
Y shá pa telminá, cuento también er último dia, polque no tiene musho má que reseñá. Solo que er Juancar se vino también a los arpedués, y na má shegá nos subimo a descubrí la sona de Auris, que tiene un par de pittas rojas mú grasiosas, largas y ráspidas. Dese ashí eshamo esta fotisho der pueblo de alpedués.
Después nos arresubimo de nuevo ar glasiá. De pronto se organisó una guerra de bola de niesve, que pronto se convirtió en una batasha de pedrolo de nieve de tamaño cubata industriá. Si sus fijai bien en la afoto, lo que tiene er Migue en la esparda no é una shepa, é er pedrolo que lacaba de tirá er Raú, pishao en er aire por lasupercásmara de la mega. En medio de ettos juego relajante y divertíos, arguien le metió un bolaso en toas las gafas ar Juanma y se abrieron comunasandía. No tengo afotos der evento, pero quisá Juanma pueda ilustralnos con el estao en que le quedaron. No se abrió comisión disvestigasión pa depurá responsabilidade así que er Juanma tendrá que comprá gafa nueva pa la temporada siguiente.
Nos eshamo etta fotisho desde arribota der tó der Pic Blanc
Vistas desde er grasial. La nieve paresía nata en argunos sitios
Como er Juancar no había vitto la pista der túner el dia anterió y le habíamo hablao tanto der tema, quiso conoserla de prismera mano, y la mega sapuntó a sufrí de nuevo, si é que en er fondo é un poco masoca, le gutta quejarse pero luego le va la marsha. Aquí vemo ar Juancar bajando cuan robocó imperiá la susodisha pitta
Argunas vistas bajando er túsnel
Ya a partí de aquí, tó es triste. La úrtima bajada, la úrtima quitada de bota, la úrtima servesa depué de esquiá... y ya de rescogida, castamos esta potita instantánea der grupo posado como una bandada de oropéndolas en las pierdras, justo ante de salí pitando pa los deusarpes.
De vuerta en er pueblo, seguimo con er rituá de jasé las úrtimas veses toas las cosas. He aquí la úrtima ve que le eshamo una afoto a la pitta valentín desde er barcón. Como podréis de vé, se ettaba jodiendo la nieve a paso agigantao.
Y aquí la úrtima ve que posamo delante der apartamento, la mañana der sábado justo ante de partí pa madrí. No puedo seguí que lloro, que soy mu sensible, leshe ya....
Pa terminá, una foto que me salió de purashorra desdelcoshe en movimiento. E un pantano que hay na má bajá los deusarpes, y quedó mu bien la joia foto, seguro que me lapreparo y no sale asín, lástima de reflejo der los cristales.
Pues hatta aquí la aventura arpina de la semana pasá. Seguro que mis compis complementan la jistoria con foto prospias polque aquesho paresía un concurso de paparachi, to dios con cásmaras jasiendo miles de afotos. Como verei, la mega disfrutó comunaposesa, no solo pol la nieve y las montañas sino pol lagente, er buen rosho y er cashondeo.
Ea, sha sus dejo en pás, que sus creiai que etto no iba a terminá nunca, ein? Pos sí, yastá, hala.
Besoten pa tós y toas!
No cambio el Nenuco por nada del mundo.
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