Pues eso es lo que digo yo.....que llevo ¡¡50 años!! enganchado.
Y máxime cuando algún que otr@ amig@ dinosauri@ o bien la
ha palmado en la pista, esquiando con más de ochenta años, o bien de un infarto en un telesilla con cerca de 70.
Cuando veas atardecer, con una copa de calvados en la mano y observando cómo se ponen doradas las montañas de los Alpes, con bastantes grados por debajo de cero, te das cuenta porque el infierno tiene llamas y calor....
Cuando bajas en primavera por la mañana, esquiando por la Hoya de San Juan y oliendo a romero, tomillo y hierbas aromáticas, te darás cuenta de que eres una persona afortunada.
Caundo veas nevar fuertemente tras la ventana del hotel, con todos los remontes cerrados, y con la posibilidad de volver a la cama a quemar las calorías que ese día no vas a poder derrochar en las pistas, te darás cuenta de lo que es el apreski.
Cuando esquies entre abetos altos y solitarios, con una nieve suelta,suelta y en un día de cielo azul y muy frio donde la humedad del ambiente se concentra en una especie de "pajitas" como de platino que vuelan en el aire, verás lo especial que es la naturaleza.
Cuando veas tras una fuerte nevada en el mes de marzo, cómo la nieve pasa del estado sólido al gaseoso, sin pasar por el líquido, te acordarás de cuando estudiabas en física un fenómeno llamado sublimación.
Cuando te encuentres en mitad de una pista, con una niebla tipo "puré de guisantes", que para si la quisieran los británicos, te preguntarás que coño haces tu allí.
Cuando veas a las perdices blancas posarse en los cables de los medios mecánicos, verás que todo es compatible....
Evidentemente, la raza humana se compone de los felices seres que se deslizan sobre la nieve, y otros que no saben lo que es eso. Bueno, ellos se lo pierden....
Pero por favor, repartios, no vayais todos a S. Nevada...
Saludos