Oídas las palabras del Fiscal, forera Angeles, tiene la palabra el letrado del forero Clint.
Con la venia del foro, y para pedir la absolución de mi defendido de los cargos que se le formulan con todos los pronunciamientos favorables, incluida la imposición, a la parte adversa, de las costas de este proceso cuya cuantía asciende a un par de cervecitas.
Se ha dicho por la fiscal Angeles, que mas bien debería llamarse Lucifer, que mi defendido se ha freeccionado con todas las féminas del foro.
Debemos prestar atención señores foreros, en primer lugar, al significado harto confuso de la palabra freeccionar.
Como quiera que no aparece en el diccionario de la Lengua Española, distinguiremos su partícula free, que según mis informes significa libertad, del resto de la palabra que indica una determinada acción. Tratemos pues de averiguar cual es el contenido de esta acción. Si comparamos la palabra con la que indica “succionar”, veremos que esta significa absorber, sacar el suc, el suquito, vamos el jugo, chupar, uuuuummmmm. Disculpen señores foreros mientras me limpio con el pañuelo, pues uno también es humano y no puede a veces evitar que su pensamiento se dirija a cosas que no tocan evidentemente en este momento. Como decía, de esta última palabra podemos deducir que freeccionar equivale a sacar, extraer la libertad. Lo que nos lleva a admitir que Clint, amante de la única libertad posible y merecedora de ser alcanzada, nos referimos a la libertad interna, puede haber tratado en algún momento de transmitir su afición a intentar este logro a algunos foreros y foreras. Pero ello no es en absoluto delito, ni éticamente reprochable, a lo sumo merecería una regañina por meterse donde no le llaman.
Si lo que el fiscal ha querido decir es que como la partícula free se pronuncia fri, lo que ha hecho Clint es friccionarse con todas la fémina foreras. Tal acusación carece de base y choca con la realidad manifiesta de que Clint se ha comportado, en todo momento y a pesar de las provocaciones que ha sufrido por el sector femenino, con una entereza casi monástica, tratando de compaginar sus exigencias masculinas con el respeto que siempre ha tenido hacia las mujeres, de quienes estima que sus exquisiteces van mucho mas allá de lo que el vulgo ha venido definiendo como tales.
Entendemos que tendría que haber probado la fiscal su acusación y haber llamado a declarar a todas las féminas de las que habla y si no lo ha hecho es porque le consta que con ninguna de ellas se ha producido la mínima fricción a la que se refiere, y si ha habido alguna fricción esta ha sido únicamente dialéctica.
Los hechos y las pruebas dejan sin sentido la acusación y justifican la absolución solicitada.
Visto para sentencia.